En las salinas recuperadas de Castro Marim, que se originaron en la época romana, encontramos no sólo las salinas, sino también un balneario dentro de un salar, una característica verdaderamente innovadora que tiene muchos beneficios terapéuticos y relajantes. Además, tomar un baño con esta asombrosa vista desde el interior de un salar, con una tradición de miles de años, es una experiencia increíble.

Estas salinas, recuperadas en 2008, producen anualmente unas 300 toneladas de sal y 13 toneladas de flor de sal. Este salar recuperado, llamado Água Mãe (Agua Madre) es uno de los salares de Castro Marim que se ha vuelto a abrir.

El nombre del salar tiene un gran simbolismo. El nombre de la empresa, Água Mãe, proviene de las aguas madres de la temporada anterior que se utilizan como base para la producción de la nueva temporada. Tiene un contenido de sal muy alto y es muy importante para el proceso.

Cuando llego a visitar el espacio, Daniela Vaz, miembro del equipo de Água Mãe, y otros dos colegas me recibieron en un edificio rústico mientras realizaban el mantenimiento.
Es un legado que continúa a lo largo del tiempo, pasando de generación en generación. Desde la época de los fenicios, pasando por los romanos y hasta el día de hoy en manos del equipo que confiesa abiertamente que es un trabajo duro. "Mantenemos las técnicas utilizadas por los romanos. Es un trabajo pesado porque las herramientas son pesadas, además el trabajo se hace bajo el sol, ya que es en el verano cuando la producción de sal alcanza su máximo potencial para la cosecha", dijo Daniela Vaz.

Los fenicios pescaban y conservaban el pescado en tanques de salazón. "Aquí hay muchos peces ricos", explicó Daniela Vaz.

"De aquí es de donde vino la primera producción de sal. Años más tarde, cuando los romanos poblaron Castro Marim, dejaron un legado que incluía el aumento de la importancia de la sal en el conjunto de la sociedad. Los romanos pagaban raciones de sal a los soldados del ejército, de ahí el término salario, después cuando los portugueses conquistaron esta tierra, se encontraron muchos documentos que especificaban las técnicas detalladas de producción de sal".

Spa Salino

Los visitantes pueden tener una experiencia terapéutica, relajante y divertida en el balneario donde pueden tomar un baño en un salar artesanal, preparado para este fin, mientras observan la ciudad española de Ayamonte.

El agua a 35º C tiene una alta concentración de minerales, más de ochenta, entre ellos el fosfato. "Cuando estamos en el agua, por un lado, la sal exfolia la piel y por otro lado, el cuerpo absorbe los minerales que están aquí por ósmosis. Entonces hay una renovación de nuestro plasma, en contacto con estas áreas", explicó Daniela Vaz. Según Daniela el tratamiento también beneficia a los huesos y músculos del cuerpo, mientras que estas composiciones químicas también aumentan la producción de oxitocina que nos relaja. Por ósmosis, hay un intercambio de agua en nuestras células. Es una experiencia relajante y terapéutica.

La sal nos hace flotar sin esfuerzo, destacó Daniela Vaz. Después del baño viene la segunda parte del tratamiento. "Cuando la gente sale del baño utiliza arcilla negra mineral, son arcillas autónomas que sacamos del fondo. Son arcillas negras muy hidratantes y tienen importantes propiedades terapéuticas a nivel de la dermis, asi como propiedades antiinflamatorias".

Sal artesanal vs salinas industriales

Las salinas artesanales no pudieron competir con las industriales y esto es lo que llevó a su cierre. En 1985, sólo cinco salinas tradicionales seguían activas "y estaban dirigidas por personas mayores que no iban a durar muchos años más y la población más joven no quería este trabajo porque es un trabajo muy duro", explica.

"La población empezó a consumir lo que ya existía en el mercado y cada vez optó más por las opciones más baratas. El precio de la sal artesanal es un poco más caro, pero la diferencia no es enorme, la sal artesanal cuesta 1 euro por 1 kg de sal, pero el nivel de calidad es incomparable. La composición química de la sal artesanal preserva la composición química del agua, preserva los minerales que tiene el agua", dijo.

Daniela Vaz añade: "La composición química de la sal industrial es muy diferente. La sal en sí misma contiene 97 por ciento de cloruro de sodio y el resto son los otros minerales. Cuando hablamos de la sal industrial este tres por ciento ya ha desaparecido, por lo que hay una gran diferencia en la composición química".

Esta diferencia se puede sentir en el sabor, porque la sal artesanal tiene más minerales, lo que permite que una persona pueda usar menos sal y al mismo tiempo tener un sabor más fuerte de sal, lo que en sí mismo tiene beneficios para la salud. Según Daniela Vaz, el problema no es la sal; el problema está en el tipo de sal que consumimos.

A pesar de ser un trabajo duro y una actividad económica incapaz de competir con la producción industrial, muchos jóvenes se han visto motivados a seguir trabajando en las salinas: "Desde el año 2000 se han organizado acciones de formación para atraer a los jóvenes y ayudarles a instalarse en Castro Marim, para la producción de sal, y hoy en día los jóvenes van a trabajar por la sal con facilidad", concluyó.

El balneario y las visitas están ahora detenidas hasta la primavera, sin embargo puede obtener más información en www.aguamae.pt.


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Paula Martins is a fully qualified journalist, who finds writing a means of self-expression. She studied Journalism and Communication at University of Coimbra and recently Law in the Algarve. Press card: 8252

Paula Martins