La campaña "#Together4Forests" fue debatida a principios de este mes por la Associação Natureza Portugal (ANP), socio de Portugal en la organización internacional World Wide Fund For Nature (WWF), que coordina la campaña junto con otras organizaciones medioambientales como Quercus, Zero, SPEA y SOS Animal.

La campaña fue lanzada en septiembre y reúne a más de 150 organizaciones no gubernamentales europeas, que piden a la Unión Europea que cree una ley para regular la entrada en los mercados europeos de los productos resultantes de la deforestación y la conversión de tierras.

Además del cambio climático, los incendios y el aumento de las tierras agrícolas están destruyendo los bosques y otros hábitats, y los europeos consumen productos resultantes de estas acciones, incluso sin saberlo.

Ahora los ciudadanos piden una ley para detener esta deforestación, "en lo que es la consulta pública sobre cuestiones ambientales más exitosa en la historia de la Unión Europea", dice la ANP/WWF, añadiendo que ésta es también la segunda consulta pública más participativa de la Unión Europea.

Más de 10.000 portugueses ya han firmado el llamamiento a los legisladores para que creen una ley que impida que los productos relacionados con la deforestación y la conversión de los ecosistemas lleguen al mercado europeo.

"Todas estas personas quieren estar seguras de que lo que compran no contribuye a la destrucción de los bosques y otros ecosistemas. Esta es una clara señal de que los ciudadanos están dando a los responsables políticos la posibilidad de actuar y promover sistemas alimentarios que protejan la naturaleza", dijo Catarina Grilo, directora de conservación y política de la ANPWF, citada en el comunicado.

Ella advierte que desde 2015, cada año se destruyen 10 millones de hectáreas de bosques (más que la superficie total de Portugal), y dice que los europeos son responsables de más del 10 por ciento de esa destrucción por el consumo de productos como la carne, los productos lácteos, la soja para la alimentación animal, el aceite de palma, el caucho, el café y el cacao.

La ANP/WWF pide que más portugueses participen en la recogida de firmas. "Es la única manera de garantizar que lo que consumimos no destruya irreparablemente algunos de los ecosistemas más importantes de nuestro planeta", dijo la asociación en un comunicado.