"Los símbolos no siempre son invisibles y, con ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, las Naciones Unidas nos desafían a hacer visible esta causa iluminando los edificios de todo el mundo", dijo en una nota publicada en el sitio web de la Presidencia.

Según esta nota, el Jefe de Estado, Marcelo Rebelo de Sousa, se une a la iniciativa de las Naciones Unidas y "el Palacio de Belem fue iluminado este 25 de noviembre, en color naranja, para hacer visible la causa de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer".

"El problema de la violencia de género es mundial, con consecuencias principalmente en la vida de millones de mujeres. Es un problema persistente de derechos humanos que ninguna sociedad debería descuidar y que los portugueses también deberían reconocer y combatir".

Marcelo Rebelo de Sousa añade que "la violencia contra la mujer no sólo afecta a sus víctimas, sino también a las familias, las comunidades y la sociedad en conjunto, es un obstáculo para la promoción de la igualdad y para el pleno desarrollo y la mayor participación social y cívica de todos".

La Secretaria de Estado de Ciudadanía e Igualdad, Rosa Monteiro, dijo el 25 de noviembre que en el contexto actual de la pandemia del covid-19, la Red Nacional de Apoyo a las Víctimas de la Violencia Doméstica acogió a 625 personas entre el 28 de septiembre y el 8 de noviembre, entre ellas 309 mujeres, 304 niños y 12 hombres.

Rosa Monteiro informó que se realizaron 12.419 asistencias, lo que significa que, en promedio, la Red realizó casi 303 asistencias diarias durante estos 41 días, y señaló que 503 de ellas fueron "situaciones que llegaron por primera vez a los equipos de asistencia en busca de ayuda".