Este proyecto tiene como objetivo alentar a los consumidores y a las empresas a tomar decisiones que reduzcan las emisiones de CO2, creando créditos que pueden ser comprados por las empresas que aspiran a avanzar hacia la neutralidad del carbono.

La compra generará ingresos que podrán ser utilizados por los municipios en actividades que también promuevan una economía verde, descarbonizada y circular, quedando todas estas transacciones registradas en la plataforma tecnológica AYR, que cuantifica los valores de las emisiones de carbono evitadas con su uso.

El desarrollo de este proyecto es el resultado de un protocolo entre el CeiiA - Centro de Ingeniería y Desarrollo, en Matosinhos, distrito de Oporto, y el Ministerio de Medio Ambiente y Acción Climática.

"Sobre todo, es posible asignar un valor financiero a las emisiones evitadas por el comportamiento de los ciudadanos, valor que será reinvertido en la región en actividades relacionadas con la economía verde", dijo el presidente del CEiiA, José Rui Felizardo.

"Este proyecto ayudará a Portugal a alcanzar la neutralidad en carbono en 2050, y está en línea con las ambiciones del Pacto Ecológico de la Unión Europea", dijo.

Estos mercados también pretenden animar a las empresas que no pueden eliminar completamente sus emisiones de CO2 a compensar sus emisiones mediante la compra de créditos de carbono.