En la edición 2020 de las Estadísticas del Medio Ambiente, el INE menciona el importante impacto económico de la crisis provocada por el nuevo coronavirus, responsable de una contracción del 8,2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en los primeros nueve meses del año, pero señala una serie de consecuencias positivas para el medio ambiente.

Las emisiones derivadas de la quema de combustibles fósiles cayeron un 21,9 por ciento, el consumo de electricidad y gas natural se redujo un 3,8 por ciento y un 9,4 por ciento respectivamente, también se generaron menos residuos del sector (3,9 por ciento entre enero y junio) y el INE también señala cambios en los patrones de consumo de los hogares entre enero y septiembre, en comparación con el mismo período de 2019, con una caída en el consumo de bienes corrientes no alimentarios.

"La crisis de la pandemia ha acabado actuando como un freno al consumo, aliviando la presión sobre el medio ambiente", dice el documento, que también menciona un efecto relacionado sobre el reciclaje, ya que "los hogares han tenido una mayor preocupación por la separación de residuos". A pesar del aumento del 4,7 por ciento de los residuos urbanos, se ha producido un crecimiento del 12,9 por ciento en la recogida selectiva por ecopunto.

También se destacó el fuerte descenso en el uso del transporte, como resultado del confinamiento y las restricciones asociadas a la lucha contra la pandemia, especialmente en el transporte aéreo, con una disminución del 67,7% en el número de pasajeros y del 55,9% en el número de aviones en funcionamiento, así como del 56,6% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

En cuanto a la calidad del aire, las cifras más relevantes fueron la concentración media horaria de dióxido de nitrógeno, donde las estaciones de tráfico urbano disminuyeron un 26,6 por ciento, las estaciones de fondo urbano un 27,3 por ciento y las estaciones rurales un 16,2 por ciento.

Entre otros indicadores analizados, el INE también destaca otros factores positivos para el medio ambiente, como la mejora de la calidad de las aguas de baño, el aumento de la inversión en protección medioambiental en las empresas industriales y el hecho de que éste fuera el cuarto año desde 2001 con menor superficie quemada.