"La situación, en este momento, ya es sustancialmente mala y, sobre todo, porque no sólo los restaurantes, sino también los bares y muchas actividades comerciales, han evolucionado en torno a la actividad turística", dijo a la agencia de noticias Lusa el presidente de la ACIF - Cámara de Comercio e Industria de Madeira, Jorge Veiga França, destacando que el sector turístico fue el más afectado por la crisis de la pandemia.

En la Región Autónoma de Madeira entraron en vigor nuevas medidas restrictivas, imponiendo un toque de queda entre las 23.00 y las 5.00 horas en todo el territorio y cerrando bares y restaurantes a las 22.30 horas hasta al menos el 15 de enero.

Jorge Veiga Francia reconoce que la relación entre la salud y la economía se "invierte" porque las medidas restrictivas para prevenir la contaminación tienen un impacto negativo en la actividad económica, y por lo tanto destaca la "necesidad y urgencia" de canalizar la ayuda a las empresas.

El presidente de la ACIF considera esencial acelerar la aplicación de la ayuda de la Unión Europea al país y también del Gobierno de la República a la región autónoma.

"Insistimos en la urgencia de acelerar todo este proceso, para evitar un cataclismo de quiebras e insolvencias, que naturalmente se producirá si la canalización de estos fondos tarda mucho más tiempo", dijo.

El aumento del número de casos en los últimos días ha puesto al municipio de Porto Santo en un riesgo muy alto de contagio y a los municipios de Funchal, Câmara de Lobos y Ribeira Brava en un alto riesgo, situación que ha llevado al ejecutivo regional de la coalición PSD/CDS-PP a imponer nuevas restricciones.