"Somos conscientes de la gravísima situación de pandemia que estamos viviendo en estos momentos, exigiendo de todos nosotros una mayor responsabilidad y solidaridad en su lucha, contribuyendo a superar la crisis con todos nuestros esfuerzos", dijo el CEP en un comunicado de prensa.

Teniendo en cuenta las directrices gubernamentales promulgadas para el confinamiento, que comienza el 15 de enero, la CEP señala que se mantienen las celebraciones litúrgicas, a saber, la eucaristía y los funerales (ceremonias fúnebres y funerarias), de acuerdo con las directrices de la Conferencia Episcopal Portuguesa del 8 de mayo de 2020, emitidas en coordinación con la Dirección General de Salud. Todas las demás celebraciones deben ser suspendidas o aplazadas.

"Las demás celebraciones, como los bautismos, confirmaciones y matrimonios, deben ser suspendidas o aplazadas a un momento más oportuno, cuando la situación sanitaria lo permita", dijo la CEP, añadiendo también que la catequesis continuará en persona, donde es posible observar los requisitos sanitarios, de lo contrario, puede ser digital o ser cancelada.

La Conferencia Episcopal Portuguesa también recomienda que otras actividades pastorales se realicen digitalmente o se pospongan.