El diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer no es por sí solo un indicio de incompetencia. Esta enfermedad conlleva tanto una neurodegeneración progresiva como fluctuaciones cotidianas de la cognición, incluidos el reconocimiento verbal, la atención, el tiempo de reacción y la memoria espacial, responsables directos del nivel de deterioro de los pacientes en actividades cotidianas como cocinar, realizar operaciones bancarias o conducir.

Sin embargo, hay algunas medidas que se pueden tomar para ayudar a la persona a mantener su autonomía el mayor tiempo posible y recuperar o mantener su autoestima. Es muy importante fomentar la independencia. Debemos apoyar y ayudar a la persona en sus actividades diarias, pero no debemos sustituirla y hacer las cosas por ella. Es importante que sea la persona quien realice las tareas, aunque le lleve más tiempo. Todo lo que la persona no haga o practique se olvidará pronto o se perderá la capacidad.

  • Ofrezca su ayuda sin tomar el control de todo;
  • Anime y tranquilice a la persona dándole más tiempo para completar las tareas,
  • Puede informar al comerciante de que la persona puede marcharse, olvidándose de pagar. Puede ser fácil llegar a un acuerdo para situaciones como ésta;
  • Puede ofrecerse a pagar las facturas, pedir al Banco que lo haga, o mediante un poder de tutela, que le daría la facultad de actuar oficialmente en nombre de la persona con demencia;
  • También puede avisar a las compañías de servicios cuando tengan conocimiento de ello, para que no se produzcan cortes de luz, teléfono o agua;

Los cuidadores deben buscar la alternativa menos restrictiva cuando la persona tenga dificultades en algún área específica. El nombramiento de un tutor legal para tareas específicas, como los asuntos financieros, podría permitir a una persona con Alzheimer mantener cierto grado de independencia y ejercer su autonomía sobre otros asuntos.

Hay varias formas de prestar asistencia, dependiendo del nivel de comprensión y capacidad de la persona con demencia. Por ejemplo, se puede dejar que la persona se lave por sí misma, proporcionándole sólo un poco de ayuda cuando sea necesario, o se le puede explicar o demostrar, paso a paso, lo que debe hacer.

Memoria
Al principio, síntomas como el deterioro y la pérdida de memoria pueden ser tan leves que pueden pasar desapercibidos para el afectado, su familia y sus amigos. Pero a medida que la enfermedad avanza, se hacen cada vez más notables y empiezan a interferir en la rutina y las actividades sociales.

"A veces, mi pareja vuelve a pensar en la época en la que aún trabajaba, y está ansioso por no llegar tarde al trabajo. Al principio le decía que ya no trabajaba, pero él se obstinaba en discutir. Así que empecé a decirle que todo está bien, y que hoy no tiene que ir a trabajar".

La pérdida de memoria es uno de los síntomas más importantes de la enfermedad de Alzheimer. Incluso suele ser el primer signo que lleva a las personas a sospechar que hay un problema y a buscar ayuda médica. En cualquier caso, es importante tener en cuenta que las personas tienden a perder la memoria de forma gradual y no repentina.

Hay muchas formas diferentes de perder la memoria. En la enfermedad de Alzheimer, la memoria para los acontecimientos recientes suele ser la más afectada, y la memoria a largo plazo persiste durante muchos años después de la aparición de la enfermedad. Seguramente habrá notado que una persona con demencia puede recordar cosas que hizo hace años, mientras que ya no sabe si ha comido un bocadillo o no. Probablemente también haya notado cómo la pérdida de memoria interfiere en las tareas rutinarias diarias, e incluso durante una conversación.

De hecho, una de las claves del deterioro de la memoria es la dificultad para aprender. Algunos tipos de pérdida de memoria pueden resultarle embarazosos (por ejemplo, cuando olvida su nombre), o preocupantes (por ejemplo, cuando se olvida de cerrar el gas). Pero también puede ser muy molesto para usted. Puede ser una fuente de confusión, humillación y vergüenza. Especialmente en las primeras fases, la persona con demencia puede intentar ocultar algunas de las consecuencias de la pérdida de memoria por vergüenza o por pudor. Más adelante, puede dejar de ser consciente de los problemas de memoria, pero seguir sufriendo las consecuencias, como la pérdida de independencia y la frustración.

Afortunadamente, los cuidadores pueden proporcionar asistencia útil y práctica, así como apoyo emocional, a la persona con demencia. Esto puede ayudarles a reducir las consecuencias negativas de la pérdida de memoria e incluso puede sentirse más cerca de la persona y más involucrado en su vida. Sin embargo, es importante que haga un esfuerzo por aceptar que su vida cotidiana va a cambiar. Las cosas dejarán de ser como antes.

Cómo afrontar la pérdida de memoria

  • Intente mantener una actitud positiva y fomentar la calma;
  • No se tome a pecho el comportamiento;
  • Evite llamar demasiado la atención sobre los errores y problemas;
  • Recordar algunas de las cosas de las que la persona ha hablado previamente y utilizar signos o mensajes escritos.

Cómo evitar los problemas derivados de la pérdida de memoria

  • Adaptar las cosas en casa y evitar hacer cambios innecesarios;
  • Crear rutinas;
  • Utilizar pistas visuales (por ejemplo, post-its).

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