La policía austriaca ha puesto en cuarentena obligatoria a 96 extranjeros, entre ellos británicos, tras ser sorprendidos infringiendo las restricciones del covid-19 al tomar unas vacaciones de esquí. Se sospecha que han aprovechado los vacíos legales para alojarse en la estación de St Anton am Arlberg. Algunos registraron direcciones locales o dijeron que estaban buscando trabajo. Cada uno podría enfrentarse ahora a una multa de hasta 2.180 euros (1.921 libras; 2.633 dólares). Las pistas de esquí austriacas siguen abiertas para los locales, pero no para los extranjeros.