Así, la "actividad convencional de EDP en Portugal, (que incluye generación convencional, redes de distribución y comercialización de energía), tras dos años consecutivos de pérdidas en 2018 (-18 millones de euros) y en 2019 (-98 millones de euros), alcanzó un beneficio de 92 millones de euros en 2020, lo que representó el 11 por ciento del resultado neto del grupo EDP", reza la misma nota, que informa de los resultados del grupo en 2020.

Por otro lado, en Portugal, "la energía distribuida mostró una reducción del 3 por ciento, penalizada sobre todo por la caída del consumo en el segmento empresarial, en línea con la tendencia observada en España y Brasil", señala el grupo.

Entre los aspectos más destacados en el mercado nacional, EDP recordó que, dentro del plan de desinversión de activos anunciado en marzo de 2019, se concluyó "la venta de seis centrales hidroeléctricas en Portugal en diciembre de 2020 (1.683 megavatios) por 2.200 millones de euros".

Con esta operación, la compañía redujo su exposición al riesgo hidroeléctrico en el norte de Portugal, manteniendo alrededor del 75% de su actual cartera hidroeléctrica en la Península Ibérica.

El año pasado, EDP obtuvo unos beneficios atribuibles a los accionistas de 801 millones de euros, lo que supone un aumento interanual del 56 por ciento, según informó la empresa en un comunicado a la CMVM.

En la misma nota, el grupo dijo que, a su vez, el beneficio neto recurrente del "aumentó un 6 por ciento en 2020 hasta los 901 millones de euros, apoyado por el crecimiento de la actividad de producción de energía renovable, que registró un aumento del 7 por ciento en comparación con 2019, hasta los 47,3 TWh [teravatios-hora] de producción eólica, hidroeléctrica y solar".

Sin embargo, otros efectos no recurrentes tuvieron un impacto neto negativo de 100 millones de euros, lo que situó el resultado en 801 millones de euros, indicó EDP.