The Portugal News habló con Natasha Roth, una apasionada del surf de Daytona (Florida), que cree que el surf también le cambió la vida. Después de mudarse allí, Natasha dijo que estaba muy agradecida por haber conocido a surfistas que le enseñaron lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer en el surf, sobre todo porque todavía no conocía a nadie en esa zona: "Creo que lo mejor que me enseñó la comunidad de surfistas y el océano fue cómo evadirme y estar en el momento presente. Recuerdo la primera vez que salí a remar y me senté en el exterior a ver pasar las olas. Estar tan lejos en el océano era una sensación nueva para mí, pero tenía esa sensación de libertad al saber que la vida se quedaba en tierra y que lo único que importaba en ese momento eran las olas. Fue casi una meditación natural al estar sentada en el agua, básicamente intocable por cualquier cosa que me hubiera estresado previamente".

Después de eso, dijo Natasha, el surf se convirtió en un estilo de vida increíble de grandes momentos y recuerdos para ella y admitió que el surf le ha enseñado un nuevo respeto por el océano. Como bióloga, entiende lo vulnerable que es el gran azul y por eso pinta para concienciar y llamar la atención de la gente.

"Parte de la razón por la que pinto el océano y las olas es porque es muy hermoso y misterioso. El océano tiene un poder elegante que a menudo se pasa por alto. Lo que más me gusta de la pintura es captar la elegancia y la belleza del océano, pero la realidad es que toda esa belleza se ve afectada por las decisiones del ser humano y, a menudo, se debe simplemente a la falta de concienciación sobre el impacto negativo de estas decisiones en el medio ambiente". "Cuando la mayoría de la gente ve un cuadro de tortugas marinas y arrecifes de coral, suele tener un sentimiento de felicidad y asombro hacia esta increíble vida que la mayoría de la gente no ve con demasiada frecuencia. Cuando a la gente se le muestra algo bello pero se le dice que puede desaparecer para siempre, ese sentimiento cambia a preocupación y se pone sobre la mesa una nueva perspectiva y entonces la gente empieza a preocuparse un poco más por lo que le ocurre a nuestro medio ambiente. Comprender el medio ambiente y su funcionamiento es un mecanismo de lucha importante para abordar la conservación del medio ambiente y creo que el arte tiene ese poder de aportar conocimientos y concienciación en un lenguaje que más gente está dispuesta a escuchar".