Tras las presencias en ese país báltico en 2018 y 2019, los "marines" regresan en el marco de las "medidas de reaseguro" de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), destinadas a marcar presencia en las fronteras orientales del continente europeo, para el reconocimiento del terreno y también como forma de disuasión ante posibles amenazas, especialmente por parte de la potencia Rusia.

La Infantería de Marina y los elementos del destacamento de buzos-salvadores nº 1 dispondrán de ocho vehículos blindados "HMMWV" (High Mobility Multipurpose Motor Vehicle), prestados por el Ejército de Tierra, y están realizando el último entrenamiento de preparación entre el 20 y el 23 de abril en las playas y sistemas dunares de Troia y Pinheiro da Cruz.

Los ejercicios se centran en "técnicas, tácticas y procedimientos en el ámbito de las operaciones anfibias, así como en la realización de acciones ofensivas, con especial atención al tiro de combate y al combate cuerpo a cuerpo", según un comunicado de la Marina.

También en Lituania y todavía durante este año, la Fuerza Aérea tiene previsto repetir el empleo de cuatro aviones de combate F-16 y un total de 85 militares, también durante tres meses, como parte de la misión de la OTAN de "vigilancia aérea reforzada" de los cielos de la Alianza Atlántica en Europa.