El régimen de ayudas estatales incluye la compra de autobuses de emisiones cero (que utilicen electricidad o hidrógeno) y la instalación o mejora de la infraestructura de repostaje o recarga correspondiente.

La ayuda estatal adoptará la forma de subvenciones directas no reembolsables y los beneficiarios se seleccionarán mediante un proceso de licitación abierto, transparente y vinculante.

La Comisión consideró que la ayuda es proporcional y se limita al mínimo necesario, en particular porque el nivel de ayuda se establecerá mediante un proceso de licitación.

Bruselas también destacó que la medida fomentará la adopción de autobuses públicos de pasajeros sin emisiones, contribuyendo así a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono y otros contaminantes, en consonancia con los objetivos climáticos y medioambientales de la Unión Europea (UE) y con los objetivos fijados por el Pacto Ecológico Europeo.

Para el ejecutivo comunitario, los efectos positivos del régimen sobre los objetivos medioambientales y climáticos de la UE superan cualquier posible distorsión de la competencia y el comercio causada por las ayudas estatales.