El segundo cierre general, promulgado a principios de año como forma de reducir la propagación de la pandemia, llevó al Gobierno a imponer el régimen de teletrabajo obligatorio en todo el país, sin necesidad del acuerdo del trabajador, siempre que su puesto de trabajo lo permitiera.

En el último Consejo de Ministros, celebrado el 9 de junio, y teniendo en cuenta la evolución de la situación de la pandemia, el Gobierno decidió suavizar esta medida, dejando el teletrabajo de ser obligatorio a ser recomendable, lo que ocurre a partir de hoy.

Las empresas de más de 50 trabajadores deberán organizar las horas de entrada y salida de forma desfasada, garantizando descansos mínimos de treinta minutos hasta un límite de una hora entre grupos de trabajadores.

Sólo los municipios que, en dos evaluaciones consecutivas, registren un índice de incidencia superior a 120 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días (o superior a 240 en los municipios de baja densidad) mantendrán el régimen de teletrabajo obligatorio.

En este caso se encuentran los municipios de Lisboa, Braga Odemira y Vale de Cambra, lo que significa que las personas que residan en otro municipio y trabajen en uno de estos cuatro tendrán que seguir trabajando desde casa, ya que la norma se aplica al municipio donde se encuentra la empresa.

El teletrabajo sigue siendo obligatorio para los inmunodeprimidos y los enfermos crónicos.