Los productores aseguraron, en un comunicado, que la medida representa una reducción global del 33 por ciento en la media de azúcares añadidos en los últimos 20 años, basándose en los anteriores objetivos de reducción de azúcares que la industria alcanzó de 2015 a 2019 (media del 14,6 por ciento) y de 2000 a 2015 (reducción media del 13,3 por ciento).

El anuncio fue realizado por UNESDA - Soft Drinks Europe, de la que forma parte PROBEB - Asociación Portuguesa de Bebidas Refrescantes sin Alcohol.

"A finales de 2019, la industria ya había reducido un 11,4 por ciento, por encima del objetivo establecido", subraya el comunicado.

En 2016, PROBEB adquirió con el Ministerio de Sanidad el compromiso de reducir en al menos un 25 por ciento el contenido calórico de las bebidas refrescantes entre 2013 y 2020. "Entre 2013 y 2019 se logró una reducción del 30,5 por ciento", según los datos aportados.