Las madres de los grupos de mangostas en banda dan a luz todas la misma noche, lo que crea un "velo de ignorancia" sobre la paternidad en su grupo comunal de bebés.

En un nuevo estudio, dirigido por las universidades de Exeter y Roehampton, la mitad de las madres embarazadas de los grupos de mangostas salvajes recibían regularmente comida extra.

Esto provocó una mayor desigualdad en el peso de las crías al nacer.

Pero después de dar a luz, las madres bien alimentadas prestaron más atención a las crías más pequeñas nacidas de las madres no alimentadas, en lugar de a sus propias crías.

Esto hizo que las diferencias de tamaño desaparecieran rápidamente.

Mangostas en banda criando a sus crías ~ BBC

El Dr. Harry Marshall, del departamento de ciencias de la vida de la Universidad de Roehampton, dijo: "En la mayor parte del mundo natural, los padres favorecen a sus propias crías.

Sin embargo, en las mangostas anilladas, la evolución de la notable sincronía de los nacimientos ha llevado a la inusual situación de que las madres no sepan qué crías son suyas y, por lo tanto, no puedan optar por darles un cuidado extra".

"Nuestro estudio demuestra que esta ignorancia conduce a una asignación más justa de los recursos; en efecto, a una sociedad más justa".

Los investigadores analizaron siete grupos de mangostas anilladas en Uganda.

A la mitad de las hembras preñadas de cada grupo se les dio 50 g de huevo cocido cada día, mientras que a la otra mitad no se le dio comida extra.

Comprobaron que la desigualdad al nacer (medida por el peso) era mayor en los periodos de cría en los que se proporcionaba comida que en los periodos en los que no se daba comida extra.

El profesor Michael Cant, de la Universidad de Exeter, dijo: "Predijimos que un "velo de ignorancia" haría que las hembras centraran sus cuidados en las crías más necesitadas, y esto es lo que encontramos".

"Las más capaces de ayudar lo ofrecen a los más necesitados, y al hacerlo minimizan el riesgo de que sus propias crías se enfrenten a una desventaja.

"Esta forma redistributiva de cuidado 'niveló' las disparidades iniciales de tamaño e igualó las posibilidades de que las crías sobrevivieran hasta la edad adulta.

"Nuestros resultados sugieren que el velo de ignorancia, una idea filosófica clásica para lograr la equidad en las sociedades humanas, también se aplica en esta sociedad no humana".

En el equipo de investigación participó el profesor Rufus Johnstone, de la Universidad de Cambridge.

La financiación del estudio, publicado en la revista Nature Communications, procedió del Consejo Europeo de Investigación y del Consejo de Investigación del Medio Ambiente Natural.
TPN/PA