Según el informe "Acceso a la sanidad - Opciones ciudadanas 2020", publicado hoy, la situación ha mejorado y entre 2017 y 2020 bajó la proporción de personas que dejaron de comprar los medicamentos que necesitaban al menos una vez al año, pero las desigualdades socioeconómicas hicieron que el porcentaje aumentara del 11 al 15 por ciento en la clase socioeconómica más baja.Lo mismo ocurrió respecto a las personas que dejaron de ir a una cita médica o hacerse un examen por falta de dinero, con un aumento del 7 por ciento (2017) al 10 por ciento (2019) en la clase socioeconómica más baja. "A pesar del esfuerzo que se ha hecho en términos de políticas públicas para bajar los precios de los medicamentos, lo cierto es que sigue siendo el elemento central de los gastos de las personas cuando van al médico, en términos de pagos directos (...) y existe este aspecto de terminar siendo mucho más pesado en las familias con menores ingresos, lo que es natural", dijo a Lusa el autor del informe, Pedro Pita Barros.

El estudio, resultado de una colaboración entre la Fundación "la Caixa" y BPI y Nova SBE, afirma que, a pesar de la existencia de desigualdades socioeconómicas en la enfermedad, el acceso al sistema sanitario es similar para toda la población y que la decisión de primer contacto tiene pocas barreras de acceso.El informe también muestra que no hubo "fuga" del SNS al sector privado, sino "una reconfiguración dentro de cada sector en los últimos años"."La única fuga que encontramos en el último año fue la de personas que abandonaron las urgencias y eligieron otra forma de tratamiento. (...) Lo que tenemos es una reconfiguración dentro de las opciones de los sistemas sanitarios, que es algo que el Estado ha estado presente en la última década", dijo el autor del informe.

En 2020, hubo un desplazamiento de las urgencias hospitalarias, públicas y privadas, a otro punto de tratamiento dentro del sector médico, ya que hubo menos demanda de atención de emergencia por temor a la pandemia. La proporción de personas que mencionaron la emergencia hospitalaria como su primer punto de contacto con el sistema de salud se redujo del 41.Lo que hemos encontrado en los últimos ocho o diez años es una clara situación de división en que la gente va más a lo público o más a lo privado, pero no ha cambiado radicalmente.Y esto es obviamente diferente de las situaciones que se dan cuando la gente ya está en lista de espera en el sector público y decide ir al sector privado porque no quiere estar más tiempo en la lista de espera", explica Pita Barros."Estas situaciones ocurren cuando las personas ya están en el sistema de salud, después de haber tenido el primer contacto. Aquí estamos tratando de mirar [el sistema] antes de ese primer contacto (...) y no hay escapatoria en esa dirección", añadió.

La pandemia trajo consigo dos nuevas "barreras de acceso" al SNS: el miedo a acudir al sistema sanitario por Covid-19, mencionado por el 15 por ciento de los encuestados en el estudio, y la cancelación de una cita por parte del hospital o del médico, señalada por el 20 por ciento de los encuestados. Las personas mayores y las clases socioeconómicas más bajas indicaron un mayor temor.