En una conferencia de prensa en línea, desde la sede de la organización en Ginebra, además de condenar la falta de solidaridad mundial en la administración de las vacunas, varios funcionarios subrayaron que no hay datos científicos que indiquen que es necesaria una dosis extra de la vacuna.

"No hay pruebas que indiquen la necesidad de una (tercera) dosis de refuerzo", subrayó Ann Lindstrand, una de las funcionarias de la OMS encargadas de supervisar la vacunación contra el nuevo coronavirus, y pidió a los países que se plantean hacerlo que piensen en una perspectiva global y entreguen estas dosis a los países que aún no han empezado a vacunarse.

El funcionario admitió que la vacuna, como cualquier otra, puede reducir los efectos con el paso del tiempo, pero subrayó que aún no hay suficientes datos que indiquen que este refuerzo sea necesario.

Soumya Swaminathan, jefe científico de la OMS, advirtió que se está considerando la posibilidad de mezclar vacunas y dijo que todavía hay poca información sobre los efectos (sólo se está estudiando el uso de la vacuna de AstraZeneca seguida de la de Pfizer) y que esto podría dar lugar a una "situación caótica".

Hay cuatro países que quieren hacer este refuerzo y eso requiere otros 800 millones de vacunas, dijo el funcionario, señalando también que no hay evidencia científica de que este refuerzo sea necesario.

"El refuerzo puede ser necesario, en uno o dos años, pero en seis meses no tenemos ninguna indicación", añadió el científico jefe, instando a los países a no confiar en las declaraciones de las empresas farmacéuticas, que dicen que ahora es necesaria una tercera dosis de refuerzo.

Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, señaló que las vacunas deben administrarse de forma prioritaria al personal sanitario y a las poblaciones más vulnerables, porque hay una crisis mundial y es el momento de proteger a estas poblaciones más vulnerables.

La diferencia mundial en cuanto a la vacunación contra el Covid-19, con países que ya piensan en las dosis de refuerzo y con otros a los que ni siquiera han llegado las vacunas, también llevó al director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, a lamentarse: "Si la solidaridad no funciona, acabo de encontrar una palabra para ello, codicia".

El funcionario dijo que es natural que existan intereses individuales, pero insistió en la necesidad de que los países entiendan que las vacunas que comparten también los ayudan, porque esa es la única forma de acabar con la pandemia.

"No entendemos por qué el mundo no comparte las vacunas, porque eso es lo que nos interesa a todos", dijo, y añadió que lo que vemos es "decepcionante" con países que dicen que quieren comprar vacunas que tienen dinero, y donde las vacunas no llegan.

Tedros Adhanom Ghebreyesus también dijo que los países del G20 (las mayores economías del mundo) podrían hacer más en el tema de las vacunas y que deberían tomar esta iniciativa.

Y advirtió que los países que ya han vacunado a la población y creen que están a salvo pueden estar equivocados: "Cuando creen que está bien ignorar al resto del mundo y el virus sigue circulando, se prolonga la agonía del mundo", dijo, y añadió que es posible acabar rápidamente con la pandemia de covid-19, porque hay herramientas para ello, como hizo el mundo para ello.