Aunque sólo un 3% de la población china bebe vino con regularidad, China es ya el quinto mercado mundial por el tamaño de su población: 1.400 millones de habitantes.

Francisco Henriques, director general de China Wines & Spirits, uno de los mayores importadores de China, con sede en Shanghái, la capital económica del país, señala el "potencial" de los diferentes tipos de vino y variedades de uva de Portugal, en un mercado "dinámico" que "siempre busca cosas nuevas".

"Aquí creo que Portugal tiene una oportunidad con nuestras variedades", dijo Francisco Henriques, "los alvarinhos portugueses, que están empezando a surgir, y la Touriga y el Aragonês también están apareciendo".

El funcionario también afirmó que existe una "gran oportunidad" para los vinos verdes.

"Son vinos fáciles de beber y que encajan con el clima y la gastronomía" de China, apunta, "creo que estos vinos pueden crecer mucho y los blancos en general".

Francisco Henriques recuerda, sin embargo, que "hay que trabajar mucho" para que "se empiece a hablar" de estas marcas en el mercado.

"Esta parte lleva tiempo y hay que hacerla con más constancia y regularidad", añade.

El comercio electrónico es también otra "gran revolución" en la forma de vender y distribuir vinos en China. El país asiático es responsable de cerca de la mitad de las ventas mundiales por internet, impulsado por una vasta red logística y grupos como Alibaba, Jingdong o Meituan.

La proliferación del comercio electrónico también beneficia a los empresarios, que pueden colocar sus productos en cualquier lugar de China, sin depender de los minoristas.

A pesar del potencial del mercado chino, sobre todo por su escala y alcance para ampliar el consumo, el vino sigue teniendo una cuota de mercado ínfima, ya que las cervecerías y los bares de copas son más populares en las ciudades chinas.