Muchos destinos de todo el mundo están impregnados de misterio y folclore, y conocer las extrañas historias y tradiciones que sustentan las comunidades es una aventura en sí misma.

Si busca un poco de evasión más allá de sus sueños, pruebe estos viajes que exploran algunas de las fábulas y creencias más extravagantes del mundo, desde sirenas con cabeza de mono hasta elfos escondidos en las rocas.

Madagascar

El mito: En el siglo XVIII, en el apogeo del comercio de las especias, el océano Índico estaba plagado de piratas que esperaban secuestrar barcos cargados de tesoros exóticos. Sainte-Marie, una isla frente a la costa noreste de Madagascar, se convirtió en un escondite popular gracias a su posición estratégica y a la disponibilidad de agua dulce.

El capitán Kidd, contratado por la realeza europea para atacar barcos extranjeros, supuestamente escondió su botín en Sainte-Marie, donde también hundió su barco, el Adventure Galley, que fue redescubierto entre 2001 y 2015.

Montañas de Harz, Alemania

El mito: Cada año, las brujas se congregaban en la cima de la montaña Brocken para adorar al dios y la diosa paganos de la primavera, Wotan y Freya. El ritual de la Walpurgisnacht era tan dramático que captó la atención del escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe, que utilizó las montañas del Harz como telón de fondo para las escenas de su famosa obra Fausto.

Hoy en día, los aspirantes a brujas y demonios se dirigen a las ciudades y pueblos de los alrededores el 30 de abril, transformando el evento en un festival de temática gótica. Los habitantes de Harz siguen creyendo que la zona está poblada por espíritus y demonios, de ahí los nombres de lugares como Einhornhöhle (cueva del unicornio), Hexentanzplatz (pista de baile de las brujas) y Teufelsmauer (muro del diablo). Sin embargo, hasta la fecha nadie se ha topado con el Monje Minero, un fantasma que acechaba a los mineros que trabajaban en los túneles bajo la montaña.

Este de Islandia

El mito: Acechando en las formaciones de lava metidas en las sombras de los pliegues de las montañas, se pueden encontrar "personas ocultas" por toda Islandia. Aunque estos Huldufólk parecen y se comportan como humanos, suelen ser invisibles y sólo aparecen en circunstancias especiales.

Los islandeses advierten que no se deben tirar piedras (por si golpean accidentalmente a una persona oculta) y es costumbre dejar comida para estos seres que cambian de forma en Navidad. En la Noche de San Juan (24 de junio), cualquiera que esté sentado en un cruce de caminos puede encontrarse con duendes traviesos, que intentarán tentarle con comida y regalos.

Al vivir en armonía con la naturaleza, los Huldufólk también tienen fama de detener la construcción de carreteras o la demolición de rocas para construir nuevos edificios. En 1982, 150 islandeses se manifestaron en la base de la OTAN en Keflavík en busca de "elfos que pudieran estar en peligro por los aviones".

Okinawa, Japón

El mito: No todas las sirenas tienen mechones sueltos y ojos grandes y hermosos. En Japón, la ningyo (que significa pez humano o sirena) tiene una boca de mono con dientes diminutos, una voz como una flauta y llora lágrimas blancas de perla. Es una criatura majestuosa que tiene el poder de otorgar la juventud y la belleza eternas a cualquier mujer que (extrañamente) consiga sacarle un poco.

Pero atrapar a la ninfa del mar nunca ha sido fácil: presagio de tormentas y desgracias, los pescadores siempre le han dado esquinazo, y los pueblos de Okinawa temen que se produzcan problemas si llega a la orilla.

El lado positivo es que la creencia de que comer un ningyo traerá mala suerte ha ayudado a preservar en parte al dugongo, una engorrosa vaca marina que los primeros marineros confundían con sirenas.

AP/TPN