Los datos fueron remitidos a la agencia Lusa por la Asociación Portuguesa de Farmacia (AFP), que explicó que el proyecto Jeringuillas sólo en Agulhão consiste en que las farmacias faciliten un contenedor, donde los ciudadanos pueden depositar los residuos usados de forma gratuita. "El proyecto se desarrolla en colaboración con la empresa especializada en la gestión de residuos hospitalarios, Stericycle, que recoge los contenedores y trata los residuos [incineración], respondiendo así a la falta de soluciones seguras y ecológicas para la recogida de jeringuillas usadas".

Lanzado como proyecto piloto a finales de 2019, pretende responder "a la falta de soluciones para la recogida de los residuos producidos por los pacientes diabéticos y por todos aquellos que necesitan medicamentos inyectables". En declaraciones a la agencia Lusa, la presidenta de la AFP, Manuela Pacheco, anunció que Torres Vedras será el primer municipio con una cobertura del 100% de su red de farmacias para recoger gratuitamente las jeringuillas/agujas utilizadas por los pacientes. Esto se debe a que el proyecto de Agulhão fue uno de los más votados por los ciudadanos en los Presupuestos Participativos. Las 23 farmacias del municipio se han unido a las farmacias participantes de los municipios de Lisboa, Oporto, Matosinhos, Vila Nova de Gaia, Gondomar, Braga y Vila Verde.

Manuela Pacheco se mostró "feliz" por esta decisión, pero admitió que podría "estar aún más contenta" si el proyecto se implantara en todo el país: "Los que ganan el proyecto son los que han votado y quien ha votado ha sido la población", dijo, considerando que se trata de "una gran victoria" porque la población ha reconocido su interés por tratar una cuestión de salud pública y medioambiental.

La presidenta de la AFP dijo también que espera que el impacto que tendrá el proyecto en Torres Vedras tenga un efecto fuera del municipio y que otros lo reciban y, "aún mejor", que el Ministerio de Salud lo reconozca como "importante para el país en su conjunto y lo implemente a nivel nacional, que es el objetivo final del proyecto". También señaló que la cantidad destinada a este proyecto para el municipio "es residual", cinco mil euros para un año, en comparación con lo que "gana en salud pública y ambiental".

"Todo se recogerá en las farmacias y se tratará, no va al medio ambiente, no va a la basura doméstica para ser tratada como las cáscaras de patata y de huevo", ha subrayado Manuela Pacheco. Desde el punto de vista legal, los residuos producidos por los pacientes automedicados, en sus domicilios, no se ajustan a la definición de residuo hospitalario, perfilándose como residuo urbano, siendo los usuarios los responsables de gestionarlos como tal. Al no poder ser entregados en farmacias, hospitales o centros de salud, estos residuos acaban en la basura doméstica, poniendo en peligro la salud pública y el medio ambiente.