Un simple análisis DAFO le dirá que un mercado relativamente virgen en cuanto a competencia es una gran oportunidad. En el polo inverso de las cosas, el reducido poder adquisitivo del mercado de consumo general es una amenaza considerable. Si viene con ventajas, como conocimientos técnicos y experiencia, asegúrese de entender el comportamiento de la economía local y la burocracia que conlleva, para que una percepción errónea no se convierta en una peligrosa desventaja.

Encontrar el mercado adecuado

Los modelos de negocio en economías pequeñas con salarios bajos exigen prestar bastante atención al poder adquisitivo de tu cliente medio. Yo suelo elegir el mercado antes de elegir qué vender. Un buen servicio en nichos de mercado es siempre una elección acertada, con una inversión mínima. Para quienes se dedican a la industria, transformar las materias primas locales y asequibles puede ser una buena opción para exportar al mercado de la UE (500 M de personas).

Diseñe su producto mínimo viable (MVP)

Después de decidir dónde vender, es necesario idear un producto o un servicio que satisfaga una necesidad, una emoción o simplemente algo que guste a tus clientes. Steve Jobs decía que la gente no sabe que necesita algo hasta que se lo pones delante. Tuvo bastante éxito al poner en práctica su visión. El MVP no debe ser demasiado elaborado, pero debe ser preciso y eficaz. Dedicar demasiado tiempo a esto comprometerá el desarrollo del producto, porque hay que probarlo en una fase temprana. Luego se puede mejorar.

Pruebe su creación

Todo lo que pienses sobre tu producto o servicio en cuanto a calidad y precio siempre será inexacto. Tienes que probarlo en el mercado real. Intente venderlo a 10 de sus clientes objetivo. Escuche lo que dicen sobre el precio, las inclusiones y la calidad. Entonces empieza a ser real.

La puesta en marcha

Ahora que sabes que tienes un producto o servicio viable, puedes empezar a comerciar. En esta fase es muy importante conseguir ayuda cualificada para entender el sistema legal y fiscal. Hay varias opciones para iniciar un negocio, las más comunes son como autónomo (Empresário em Nome Individual) o como sociedad de responsabilidad limitada (Sociedade Comercial por Quotas). Estas opciones conllevan distintos trámites y diferentes tipos impositivos. Tiene que ser capaz de prever sus ventas y saber cuándo cambiar de un sistema a otro. También tiene que saber qué hacer en cada uno de estos sistemas, en lo que respecta a los actos jurídicos obligatorios, los regímenes de IVA, los pagos a la Seguridad Social, etc.

Software de gestión

Después de conseguir algunos ingresos, es bastante importante gastar un poco de dinero en una herramienta informática a la que se pueda acceder desde el teléfono y desde la que se pueda leer la operación y el análisis financiero. Esto se amortizará en el primer año, porque tomarás buenas decisiones cada día y no necesitarás personal innecesario que estaría haciendo tareas de organización redundantes. A medida que la operación crezca necesitarás contratar personal, pero éste estará haciendo un trabajo importante y productivo y ganando dinero para todos.

Eficiencia fiscal frente a productividad

Una de las mayores preocupaciones de las empresas es la fiscalidad. Siempre existe la tentación de evitar el pago de impuestos en las economías lentas con costes laborales considerables y tipos impositivos considerables. Como ejemplo, en el Reino Unido, el pago de la Seguridad Social es del 11%, mientras que en Portugal es del 34,75%. Pero el Sistema Contable Portugués (SNC), dentro de unos límites, permite a las empresas minimizar los impuestos hasta cierto punto mediante la inversión. Los gastos subvencionables y los activos amortizables en el ámbito de la operación permitirán una importante reducción de impuestos, al reinvertir los ingresos en estructuras productivas. El fraude fiscal es un delito bastante censurable que consiste principalmente en no declarar los ingresos, el Sistema Societario y Fiscal portugués fue diseñado para mantener el valor en las empresas: para maximizar la productividad. Por lo tanto, declarando las ventas y reinvirtiéndolas, se puede obtener una desgravación fiscal legal y mantener mucho valor para uno mismo, el accionista. En los dos primeros años, el empresario no podrá ganar un salario elevado.

Pero, después y con el modelo de negocio correcto, las ventas crecerán hasta alcanzar buenas cifras, la empresa podrá expandirse y la mente detrás del negocio podrá recibir el premio al trabajo duro y al éxito.

Gustavo Guerreiro
Abogado de empresa | Inteligencia empresarial y gestión fiscal
AG INTERNATIONAL | Despacho de abogados
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