Los favoritos, como los sándwiches de chouriço, los croissants, las patatas fritas, las hamburguesas, los perritos calientes y los zumos con azúcares añadidos, están a punto de ser eliminados del comedor escolar o de las máquinas expendedoras.

El diploma publicado en el Diário da República presenta una lista con más de cincuenta productos prohibidos en las escuelas, en un intento de ofrecer a los alumnos alimentos con niveles reducidos de sal, azúcar y otros con altos valores calóricos.

La normativa entrará en vigor dentro de un mes y las escuelas tienen hasta finales de septiembre para revisar los contratos con los proveedores. Sin embargo, las estanterías de algunos comedores y máquinas expendedoras pueden permanecer sin cambios, ya que sólo se revisarán los contratos que no impliquen el pago de compensaciones.

El Gobierno quiere que las escuelas públicas empiecen a ofrecer "comidas nutricionalmente equilibradas, sanas y seguras".

Cuando empiecen las clases, los colegios no deberán tener "pasteles o bollería de hojaldre y/o con crema y/o glaseado, como palmiers, milfolhas, bolas de Berlim, donuts, pastas dulces, croissants o magdalenas".

Y las comidas rápidas, como las hamburguesas, los perritos calientes, las pizzas o la lasaña, así como los helados, tienen los días contados.

También en lo que respecta a los aperitivos salados, desaparecerán del menú las croquetas, las tartas, las samosas, los pasteles de masa blanda, los bollos de bacalao o los hojaldres salados.

También están prohibidos los bocadillos u otros productos con chouriço, salchicha, mortadela, jamón o tocino, así como los bocadillos u otros productos que contengan ketchup, mayonesa o mostaza. Estos ingredientes se sustituirán por queso bajo en grasa, huevo, jamón bajo en grasa, atún u otras conservas de pescado con bajo contenido en sal o pan y estos bocadillos deberán ir acompañados de verduras, como lechuga, tomate, zanahoria rallada y lombarda, sugiere el Ministerio de Educación en la orden.

El diploma también establece el fin de las galletas, es decir, "galletas de tipo belga, galletas de mantequilla, galletas con trocitos de chocolate, galletas de chocolate, galletas rellenas de crema y galletas con glaseado".

La lista de prohibiciones se extiende también a las bebidas, con la venta de refrescos de frutas, con cola o extracto de té en las escuelas públicas, así como de aguas aromatizadas, refrescos en polvo, bebidas energéticas y preparados de soda.

En su lugar, los niños tendrán acceso a agua potable gratuita junto con agua embotellada y leche y yogures bajos en grasa, mientras que también habrá disponibles "infusiones de hierbas" y bebidas vegetales sin azúcares añadidos.

También se acabarán las golosinas, los chicles con azúcar, las piruletas o las gominolas, así como los bocadillos dulces o salados.

En cuanto a las comidas escolares, deben cumplir las directrices de la Dirección General de Educación (DGE) y los menús deben elaborarse, siempre que sea posible, bajo la dirección de nutricionistas.

Los menús y la composición de las comidas deben respetar los principios de la dieta mediterránea, así como las comidas vegetarianas, las dietas justificadas por prescripción médica (como alergias o intolerancias alimentarias) y las dietas justificadas por motivos religiosos.