Esta es la conclusión de una encuesta online realizada en mayo por la Asociación Nacional de Bioquímicos (ANBIOQ) entre 300 investigadores.

Casi todos los encuestados (el 94,6 por ciento) defienden que el empleo científico no está valorado en Portugal y el 70 por ciento dice sentirse en una situación muy precaria en términos de trabajo, una sensación reportada incluso por aquellos que tienen un contrato de trabajo, que no garantiza derechos sociales, estabilidad o perspectivas de futuro, según los testimonios que acompañan a los resultados.

"En términos de calidad de vida, el 53,5% de los encuestados considera que su situación es bastante más desfavorable que la de la mayoría de los empleos públicos. Si se tiene en cuenta la duración y la estabilidad de las situaciones laborales, esta cifra se eleva al 70 por ciento. Al contrario de lo que se esperaba, los encuestados con contrato de trabajo muestran valores todavía elevados (44,8 por ciento y 63,8 por ciento), lo que revela que el contrato de trabajo es un paso adelante, pero no el único, para proporcionar condiciones de vida y de trabajo a los investigadores portugueses", reza el comunicado de prensa de ANBIOQ.

Los encuestados también revelan que sienten "desinterés y falta de apoyo" en el país, de modo que "el 84,7 por ciento de los encuestados no ven o no saben si van a realizar investigaciones en Portugal a largo plazo" y "de la minoría que puede ver un futuro en Portugal (sólo el 14,4 por ciento), un gran porcentaje (69,8 por ciento) tiene un contrato de trabajo".

Los aspectos formales de los concursos de financiación son uno de los factores desmotivadores, y los encuestados señalan como problemas la transparencia y la gestión de la financiación.

En la encuesta se hicieron preguntas sobre el nivel de formación, el tipo de relación laboral, la fuente de financiación del proyecto científico, el empleo anterior en el extranjero, las perspectivas de trabajo a largo plazo en Portugal y si la remuneración es adecuada para sus cualificaciones y funciones.

Según los datos publicados, cerca del 90% de los encuestados tiene un título de máster o doctorado, más de la mitad recibe una remuneración a través de una beca y algo más de un tercio tiene un contrato de trabajo.