El sospechoso, identificado y localizado tras las investigaciones policiales, es sospechoso de "graves delitos llevados a cabo de forma extremadamente violenta", informó la Policía Judicial en un comunicado.

El hombre, de 32 años, es sospechoso de dos delitos de violación, tentativa de homicidio, secuestro, robo y tentativa de coacción contra dos mujeres de 33 años, así como de conducir un vehículo a motor sin permiso legal.

El 4 de agosto, el presunto agresor, que llevaba una mascarilla quirúrgica en la cara, encontró a una mujer dando un paseo cerca de la zona del balneario de Cucos, donde, bajo la amenaza de un arma blanca, la obligó a trasladarse a un lugar más aislado y la habría violado sexualmente, explicó el coordinador de la Junta de Lisboa y Vale do Tejo, José Matos, a la Agencia de Noticias Lusa.

Una vez que se le cayó la mascarilla quirúrgica, utilizada para que la víctima no lo identificara ante las autoridades policiales, la atacó y la arrojó a un pozo, lanzándole piedras, lo que le causó lesiones.

El acusado abandonó el lugar y la víctima fue encontrada más de una hora después por un agricultor, que pidió ayuda.

El 13 de agosto, el sospechoso, que llevaba una mascarilla quirúrgica y gafas de sol y conducía un vehículo, encontró a otra mujer en una parada de autobús de un pueblo, esperando un transporte para Torres Vedras, tras convencerla de que aceptara un viaje, aclaró la misma fuente.

Poco después, el hombre se desvió hacia un pinar, donde supuestamente la violó. Luego la coaccionó para que le diera su cartera y subiera al coche, transportándola a la ciudad de Torres Vedras, donde la dejó.

El presunto autor de los crímenes, que vive en la misma zona donde los cometió y que salió en libertad a finales de 2020 tras cumplir una condena de prisión por delitos de robo y tráfico de drogas, fue detenido el 18 de agosto.