En una respuesta enviada a la agencia Lusa, la Autoridad Marítima Nacional (AMN) reconoció que, en general, "la gente ha cumplido con las normas de la playa", y añadió que la Policía Marítima ha mantenido "una postura esencialmente didáctica y de concienciación" para limitar posibles situaciones de infracción. Así, entre el 18 de mayo y el 18 de agosto, la autoridad ha registrado un total de 27.108 avisos y ha puesto 24 multas por incumplimiento del uso de máscaras o viseras y 11 avisos por consumo de bebidas alcohólicas.

"Desde la entrada en vigor del Decreto-Ley nº 35-A/2021, de 18 de mayo, hemos registrado un aviso por violación de la reclusión obligatoria, dos avisos por incumplimiento del deber general de recogida domiciliaria y dos avisos por desatención a las normas de distanciamiento físico", se puede leer en la respuesta. En el ámbito del diploma sobre el uso de las playas en el contexto de la pandemia del covid-19, AMN mencionó que también se elaboraron 23 multas por eventos o celebraciones no autorizadas y 15 multas relacionadas con empresas incumplidoras.

También hubo 10 multas relacionadas con el transporte fluvial y marítimo de pasajeros y las actividades marítimo-turísticas en infracción o con exceso de aforo. Según la ley, las autoridades pueden imponer una multa cuando comprueban una falta o transgresión, y puede corresponder a diferentes infracciones cometidas en la misma ocasión o relacionadas entre sí. Si la transgresión corresponde únicamente a la sanción de multa, se permite el pago voluntario de la misma. Según la Autoridad Marítima Nacional, el mayor número de ocurrencias se registró en la región Centro, seguida de la región Sur.

En cuanto a los perros en la playa, la Autoridad Marítima Nacional, a través de los comandos locales de la Policía Marítima, afirmó que ha tratado de responder a las necesidades de salvaguardia sanitaria de los espacios de baño y la tranquilidad de los usuarios de la playa, y que, a pesar de estas algunas quejas, "las ocurrencias no constituyen una muestra significativa en las acciones de la Policía Marítima".

Contactado por Lusa, el presidente de la Federación Portuguesa de Concesionarios de Playas, João Carreira, reveló que la temporada de baño "está transcurriendo lo mejor posible", aunque reconoce que "no es nada como en años anteriores". "Trabajamos a pulso, no estamos trabajando al cien por cien", dijo, señalando que los eventos no pueden celebrarse "hasta muy tarde", como es habitual.

El funcionario dijo tener conocimiento de casos en los que los espacios de algunos chiringuitos tuvieron que cerrar "por covida", para evitar el contagio entre los empleados que dieron positivo, otros compañeros y los clientes. En cuanto a la contratación de socorristas, una cuestión que todos los años plantea retos a los concesionarios, João Carreia reconoció que, este año, gracias a las asociaciones que se asociaron con los socorristas en Brasil, se cubrieron las vacantes: "Y el feedback que tenemos es que todo ha ido bien. La temporada, por ahora, está transcurriendo con normalidad, sin muchos náufragos", dijo.

Las normas de acceso a las playas y zonas de baño para este verano, establecidas por el Gobierno en el contexto de la pandemia, entraron en vigor el 18 de mayo. Además de regular el acceso, la ocupación y el uso de las playas, el diploma se aplica también, "con las adaptaciones necesarias, al uso de las piscinas al aire libre". El diploma establece multas para quienes no cumplan las normas, que van de 50 a 100 euros, para las personas físicas, y de 500 a 1.000 euros, en el caso de las personas jurídicas.

Entre las normas establecidas están el uso de mascarillas en el acceso a la playa y en el uso de instalaciones, restaurantes o baños, y la distancia social entre personas y grupos. Los toldos y las pérgolas deben estar separados tres metros, mientras que para las tiendas de campaña la distancia es de un metro y medio, no permitiéndose más de cinco usuarios por toldo, pérgola o tienda. Fuera de la zona de concesión, los usuarios deben extender las toallas a una distancia mínima de un metro y medio, siempre que no sean del mismo grupo, y las sombrillas deben estar a una distancia mínima de tres metros. Los vendedores ambulantes pueden circular por la playa, siempre que respeten las normas y directrices de higiene y seguridad y deben llevar una máscara cuando estén en contacto con los usuarios.

Los concesionarios también pueden ser multados por la falta de espacios con información sobre las normas o por el incumplimiento de las normas de la Dirección General de Sanidad (DGS) en materia de higiene y límites de ocupación de espacios como baños y restaurantes. Como norma general, el diploma establece para los usuarios y concesionarios las normas de lucha contra la pandemia ya conocidas: etiqueta respiratoria, distancia física e higiene de manos y espacios en el uso de la playa.