El estudio, publicado en la revista científica Nature y probado en ratones, contó con la contribución del inmunólogo Henrique Veiga-Fernandes, codirector de la línea de investigación del Centro Champalimaud, en Lisboa, y de la investigadora Ana Filipa Cardoso, primera autora del artículo y que realizó sus estudios postdoctorales en el laboratorio de inmunofisiología dirigido por Veiga-Fernandes.

"Descubrimos que el sistema nervioso y el sistema inmunológico trabajan juntos para que podamos quemar la grasa extra que acumulamos en nuestro cuerpo", dijo Henrique Veiga-Fernandes a Lusa, destacando que el trabajo "establece un nuevo paradigma para entender la obesidad , demostrando que la 'conversación'
entre el sistema nervioso y el sistema inmunológico es crucial para mantener un peso saludable y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades asociadas a la obesidad, como el cáncer". En el experimento con ratones, los investigadores descubrieron que las neuronas (células del sistema nervioso) se comunican con un determinado tipo de células inmunitarias que existen en el tejido adiposo, las células linfoides innatas de tipo 2 (ILC2), a través de otras células, las mesenquimales.

Esta comunicación obedece a una "voz de mando", dada en una región del sistema nervioso central, cerca de la base del cerebro, llamada núcleo paraventricular del hipotálamo, que controla varios procesos, entre ellos el metabolismo, la reproducción y las funciones gastrointestinales y cardiovasculares, que son necesarias en comunicado a la Fundación Champalimaud.

La comunicación "comienza con señales neuronales para las MSC [células mesenquimales]. A continuación, éstas envían un mensaje a las ILC2, a las que éstas responden ordenando a las células grasas que aceleren su metabolismo", describe Ana Filipa Cardoso, citada en el comunicado. A Lusa, Henrique Veiga-Fernandes explicó que el equipo pudo "probar el impacto real de las interacciones neuroinmunes en el tejido adiposo" administrando a los ratones "dietas altas en calorías".

"Los resultados fueron extraordinarios: Cuando el sistema nervioso y el sistema inmunitario no se entienden, los ratones se vuelven obesos muy rápidamente", dijo.
En el estudio, los científicos manipularon genéticamente a los roedores para activar y desactivar el "diálogo" neuroinmune entre los sistemas nervioso e inmunitario. Una vez identificadas "las señales químicas, celulares y moleculares que permiten que los sistemas nervioso e inmunitario hablen entre sí", será posible que los científicos interfieran en la "conversación" para "quemar" la grasa "de forma más eficiente", según Henrique Veiga-Fernandes .

"Este es un gran paso para reducir el riesgo de desarrollar muchos tipos de cáncer [como el de mama y el colorrectal]", dijo. Según el inmunólogo, el descubrimiento realizado, sin embargo, plantea una nueva cuestión: cómo decide el cerebro "hablar" con las células inmunitarias de la grasa visceral, que se acumula en el vientre y es mala para la salud cuando está en exceso. "¿Es el creciente estilo de vida sedentario el responsable de la falta de diálogo? ¿Podrían ciertas enfermedades, como el cáncer, perturbar y cambiar esta decisión?", se pregunta Henrique Veiga-Fernandes, lanzando nuevas vías de investigación.