En un comunicado, la Asociación Portuguesa de Pesca de Carpas (APCF), que tiene la concesión de la Zona de Pesca Lúdica del embalse de Boavista, denuncia lo que considera "un crimen medioambiental" que atribuye a la Herdade dos Toucinhos.

La APCF acusa a la empresa de perpetrar "año tras año" un "uso criminal y totalmente irresponsable del agua desde el punto de vista medioambiental y de preservación del ecosistema" y añade que utilizan el agua del embalse como si fuera para su "uso exclusivo".

La asociación afirma que por ello el nivel de agua del embalse "es criminalmente bajo, como consecuencia de la captación desenfrenada e incontrolada de agua para el riego por parte de la Herdade dos Toucinhos".

Las consecuencias "serán de tal gravedad que provocarán la muerte premeditada e inconsciente de miles de peces" en el embalse y advierten que está "a días de este desenlace si no se hace nada", al tiempo que subrayan que algunos de estos peces son "los mayores ejemplares de Portugal" de carpa.

El director general de la empresa agroindustrial Herdade dos Toucinhos, Nuno Rodrigues, dijo a Lusa que "es completamente falso que haya un delito medioambiental", porque "el embalse está por encima del nivel ecológico, los peces no están muriendo y los peces no van a morir en la presa de Boavista".

"Un delito medioambiental sería si estuviéramos utilizando [el agua] con el embalse por debajo del nivel ecológico, [pero] se está cumpliendo", dijo, refiriéndose a que la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente (APA) sabe cuál es el nivel actual del agua.

"Tenemos todo correcto. Hay un nivel ecológico mínimo para garantizar un margen ya muy grande que las especies que están viviendo allí y que está siendo controlado por la Herdade dos Toucinhos", dijo el director general de la empresa, que está en Almodôvar desde 2016, tiene "82 hectáreas de viñas y 10 de plantas aromáticas" y "emplea a unas 30 personas".