Los datos figuran en un documento de 28 páginas de la Asociación Portuguesa de Psicólogos (OPP), titulado "Hablemos del suicidio", lanzado con motivo del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, celebrado el viernes.

"Uno de los factores que pueden desencadenar estos comportamientos suicidas es, de hecho, esta inadaptación que la persona siente en relación con la aceptación familiar cuando hay cuestiones de orientación sexual o identidad de género", dijo a la agencia Lusa Renata Benavente de la OPP.

La psicóloga explicó que cuando existen estas "dificultades crecientes, sobre todo en estas etapas críticas del desarrollo, de la estructuración de la personalidad, de la autoaceptación", la situación se agrava.

"La propia adolescencia, y las cifras lo demuestran, es ya una etapa difícil en la que hay un número creciente de suicidios.Si estas dificultades que se esperan en la adolescencia se asocian a otros factores de riesgo, como la identidad sexual, la no aceptación por parte de la familia de su orientación sexual, todas estas dificultades aumentarán naturalmente el riesgo de suicidio", subrayó.

En su opinión, se trata de un grupo de jóvenes y personas que merece una atención especial.

También advirtió de "un tema muy preocupante" que es el suicidio entre la población más joven, la segunda causa de muerte entre los jóvenes de todo el mundo de entre 15 y 34 años.

"La primera [causa] son las muertes accidentales y la segunda el suicidio, lo que nos lleva a reflexionar sobre por qué los jóvenes toman este tipo de decisión de quitarse la vida", dijo.

En Portugal, el número de muertes por suicidio "es elevado", y las estadísticas más recientes apuntan a tres muertes diarias por esta causa.

En todo el mundo, cerca de 800.000 personas mueren anualmente por suicidio, lo que corresponde aproximadamente a una muerte cada 40 segundos.

"La mayoría de las personas que murieron por suicidio sufrían problemas de salud psicológica, concretamente depresión y consumo problemático de alcohol", señala el documento.

Por otro lado, señaló Renata Valente, la investigación internacional también muestra que el número de intentos es 25 veces mayor que el número de suicidios consumados.

"Los intentos de suicidio y los suicidios son un reto importante en términos de salud pública y suelen ser el resultado de situaciones de gran angustia emocional y tienen un impacto muy importante, tanto por la pérdida de vidas humanas" como en los "supervivientes".

"Cada suicidio puede dejar entre seis y diez personas supervivientes", como padres, hermanos, hijos, amigos, conocidos, vecinos, compañeros de la persona fallecida y profesionales de la salud, señala la publicación.

Sobre el documento, Renata Benavente explicó que el objetivo principal es abordar las temáticas del suicidio y promover la alfabetización en salud, "ayudando a la población en general a identificar algunas señales que pueden referirse a cambios que indican una posible conducta de esta naturaleza".

"Para muchos es sólo un escape de una situación transitoria que no puede ser abordada de manera más impulsiva y si estamos atentos a este tipo de indicadores podemos realmente actuar para ayudar a esta persona a aliviar este sufrimiento interno y no consumar un acto de esta naturaleza", destacó.

El documento también analiza las razones que pueden llevar al suicidio, los factores de riesgo y de protección, hace recomendaciones sobre lo que se puede hacer y tiene un apartado dedicado a los mitos y hechos y otro a las señales de alarma.