"La idea era hacer una transformación radical en Madeira, en Funchal, para convertir el puerto deportivo de Funchal en un espacio icónico y de servicios de excelencia, en esencia, un escaparate de la ciudad", dijo Miguel Albuquerque.

El líder de la coalición PSD/CDS-PP aseguró que el puerto deportivo, después de ser restaurado, "será rigurosamente inspeccionado para no ser degradado estéticamente".

"La idea es, una vez concluido el proyecto, tener listos los proyectos funcionales a finales de año y abrir el concurso a principios de 2022", añadió.

Tras mencionar que la inversión "rondará los 4,9 millones de euros", el jefe del Ejecutivo madeirense indicó que, tras la adjudicación, "las obras durarán 18 meses".

Miguel Albuquerque aseguró que los derechos de los actuales concesionarios "serán salvaguardados por el Gobierno Regional" durante la construcción, con la intención del ejecutivo de "darles el derecho de preferencia siempre que cumplan con las normas impuestas en los pliegos".

Entre otros aspectos, Alburquerque señaló que no se permitirá el uso de "sillas de plástico de segunda categoría, ni paraguas con publicidad o similares".

"Tenemos que tener una ciudad moderna. Espero y estoy seguro de que todo Funchal se beneficiará de este nuevo puerto deportivo, será un puerto deportivo de excelencia, con una oferta de excelencia y gran calidad", concluyó el funcionario madeirense.

El nuevo proyecto prevé la construcción de 13 espacios comerciales -entre ellos cuatro restaurantes, dos cafés/bares y siete tiendas-, además de un espacio dedicado a las autoridades oficiales (Guardia Nacional) y 10 quioscos.

La superficie total que se construirá será de unos 3.000 metros cuadrados y la zona ajardinada de unos 6.000 metros cuadrados.