Estas advertencias fueron transmitidas por el líder del Bloque de Izquierda, Jorge Costa, en su intervención ante la Comisión Permanente de la Asamblea de la República, en la que advirtió que el país se enfrenta a "una bomba de relojería que acabará explotando en las facturas de los consumidores de Portugal".

"El Gobierno cree que está ganando tiempo, esperando que pase la tormenta, pero las previsiones indican lo contrario: Los precios altos han llegado para quedarse y acabarán traduciéndose en los precios para los consumidores", dijo Jorge Costa.

En su intervención, señaló que el actual encarecimiento se genera por el precio del gas y el encarecimiento de las emisiones de CO2.

"Esta subida se refleja en el coste de la energía producida en las centrales térmicas, que son las que, la mayoría de las veces, definen el precio de la electricidad en el mercado mayorista. Si la subida va a continuar, entre otras cosas porque está impulsada por las medidas necesarias para luchar contra el cambio climático, es necesario que ahora se produzcan medidas de compensación. El Gobierno debe actuar urgentemente para evitar un aumento del precio de la energía para los ciudadanos en plena crisis", dijo.

Jorge Costa expresó después su recelo por las señales que ha transmitido el Gobierno en relación con este asunto, al afirmar que el Ejecutivo sigue previendo subidas insignificantes de la electricidad.

"Ninguna de las razones invocadas por el Gobierno es coherente. Dicen que las plantas solares bajarán la factura, pero el problema es que ninguna de las plantas resultantes de las subastas está conectada a la red. Y estas conexiones aún tardarán dos o tres años en tener alguna expresión", dijo.

El líder del Bloque de Izquierda también rechazó el argumento de que el sector eólico contribuirá a la bajada de la factura, ya que, en su opinión, "después de 15 años de precios subvencionados por los consumidores, la bajada de la factura se pospuso por decisión del Gobierno PSD/CDS-PP en 2013".

"Sigue siendo necesaria la revisión de la retribución de los parques eólicos, una medida defendida por el PS, pero posteriormente rechazada por el Gobierno. Las plantas eólicas deben pasar a una nueva tarifa fija, equivalente a la que resulte de una próxima subasta para nuevas plantas. Según los cálculos, los consumidores se ahorrarían entre 1000 y 1500 millones de euros en los próximos años", concluyó.