"Este es un gobierno socialista, que tiene el apoyo de la izquierda en el parlamento, tiene el deber social de subir los salarios", dijo el sindicalista en rueda de prensa, y añadió que lo que está en juego es la palabra del primer ministro, que asumió en el congreso socialista de Portimão que no habría "más salarios bajos".

El secretario general de UGT defendió la necesidad de acabar con la política de bajos salarios y precariedad de los contratos y defendió que el Gobierno debe dar ejemplo, aumentando los salarios de los trabajadores de la administración pública, que tuvieron una última subida salarial en 2009.

"El Gobierno tiene que dar ejemplo y le exigimos que dé un paso adelante", dijo Carlos Silva a los periodistas tras una reunión del Secretariado Nacional.