"Con la desaparición de la mayoría de las limitaciones impuestas por la ley, entramos en una nueva fase que se basa esencialmente en la responsabilidad individual. No podemos olvidar que la pandemia no ha terminado y que, aunque se puede considerar controlada una vez que el 85% de la población está vacunada, el riesgo permanece", subrayó.

António Costa subrayó que las vacunas contra el Covid-19 "no aseguran el 100% de inmunidad" y señaló que "hay un grupo ultraminoritario que rechaza la vacunación y hay una población menor de 12 años que no está vacunada".

"Por lo tanto, el riesgo existe", declaró, antes de referirse al hecho de que Portugal está expuesto a otros países del mundo, algunos de los cuales todavía tienen altas tasas de incidencia de covid-19.

El primer ministro señaló entonces que Portugal es "un país de acogida de turistas y tiene una fuerte conexión con varios países del mundo, ya sea por razones históricas, culturales y lingüísticas, o por la fuerte presencia de la emigración portuguesa en varias partes del mundo".

"El riesgo no desaparece", subrayó, antes de dejar una advertencia sobre la proximidad del invierno.

"Aunque todavía hace sol a principios de otoño, vamos a tener un periodo invernal que seguirá, tradicionalmente un periodo frío con un alto riesgo de infecciones respiratorias. Esto se traducirá inevitablemente en un mayor riesgo de enfermedades como la gripe, pero también en un mayor riesgo de contraer Covid-19", dijo.

En este contexto, António Costa pidió a todos los ciudadanos que "sigan teniendo el deber individual de prevenir y combatir esta pandemia".