"La prioridad es consolidar los mercados existentes, es decir, Brasil, América del Norte y África", dijo la presidenta ejecutiva de TAP.

Christine Ourmières-Widener destacó que los principales puntos de venta de TAP en este momento son Portugal y Brasil, siendo el país sudamericano aún "más fuerte", debido a la reapertura de las fronteras.

Para la funcionaria, la mayor dificultad, en este momento, "es la incertidumbre", provocada por las fluctuaciones de la demanda ante la pandemia, a lo que se suma el plan de reestructuración de TAP, cuyo proceso está siendo analizado por la Comisión Europea.

Preguntada por si TAP no debería seguir el ejemplo de Italia, donde la reestructuración de Alitalia supuso la reducción del tamaño de la compañía, Christine Ourmières-Widener dijo que desea "lo mejor" para sus colegas italianos, pero que, de momento, su plan no está teniendo éxito.

"Soy muy pragmática. El plan [de reestructuración] parte de las mejores prácticas del sector en materia de reestructuración de costes y mejora de los ingresos. Lo que necesitamos ahora es hacerlo realidad", subrayó, añadiendo que entiende la inversión de Portugal y sus contribuyentes en TAP y que toda la compañía siente la obligación de "devolver al país".

La presidenta ejecutiva de TAP explicó que todavía no tiene ninguna indicación de cuándo habrá una decisión de la Comisión Europea, pero dijo que espera que "sea lo antes posible".