Los 88 acusados en el proceso de los Hells Angels están siendo juzgados en Camarate (Loures).

Según uno de los abogados vinculados al caso, el juez Carlos Alexandre, del Tribunal Central de Instrucción Criminal (TCIC), decidió pronunciar a todos los acusados "en los términos exactos de la acusación", y puso a más de 50 en arresto domiciliario.

El auto de pronunciamiento de Carlos Alexandre tiene más de mil folios y en uno de los pasajes del auto, al que ha tenido acceso Lusa, el juez del TCIC concluye que, dadas las pruebas analizadas, "este conjunto de elementos así agrupados no es un simple motoclub recreativo sino un grupo de personas que se organizan (...) de forma paramilitar o similar al modo de actuación de una milicia".

El juez también considera que todos los elementos que componen el grupo 'motero' están "en absoluta consonancia, jerarquizados e imbuidos de obediencia a los estatutos (del club motero) y a las obligaciones que de ello se derivan", con independencia de "cualquier bando en el que se encuentren".

Esta última consideración del juez está relacionada con el hecho de que uno de los acusados alega que se encontraba en Luxemburgo en el momento de los hechos delictivos (agresión) ocurridos en la zona de Prior Velho, en Lisboa.

En los alegatos del debate preliminar, que tuvo lugar en julio, el Ministerio Público (MP) pidió que se juzgara a todos los acusados, argumentando que todos ellos cometieron los delitos enumerados en la acusación, que incluía escuchas telefónicas, documentos incautados al grupo como prueba y la declaración de testigos y acusados.

En su momento, el MP dio por probado, entre otros hechos, el ataque perpetrado por los acusados y miembros del grupo Hells Angels en el restaurante Mesa do Prior, en Prior Velho, así como la persecución llevada a cabo por ellos contra Mário Machado, líder del movimiento de extrema derecha que pertenecía a un grupo "motero" rival.

A continuación, el fiscal dio por probados los demás delitos incluidos en la acusación, entre ellos la extorsión y la posesión de armas prohibidas.

La fiscalía del MP consideró que esos miembros del grupo 'motero' Hells Angels idearon un plan para aniquilar a un grupo rival, en marzo de 2018, utilizando la fuerza física y diversas armas para causarles lesiones graves, "si fuera necesario hasta la muerte".