Publicado en la revista especializada "Marine Pollution Bulletin", el análisis fue dado a conocer por la Universidad de Exeter (Reino Unido) e indica que la industria de los cruceros tiene un impacto continuo y creciente tanto en el medio ambiente como en la salud y el bienestar humanos.

La investigación, que según los autores es la más completa jamás realizada sobre una de las industrias turísticas de más rápido crecimiento antes de la pandemia de Covid-19, advierte de la degradación del aire, el agua, el suelo, los hábitats frágiles y la vida silvestre que generan los cruceros.

Los autores también concluyen que la industria de los cruceros es una fuente potencial de peligros físicos y mentales para los pasajeros, los trabajadores y las personas que viven cerca de los puertos o trabajan en los astilleros.

Los riesgos incluyen la propagación de enfermedades como el Covid-19, el ruido, la contaminación atmosférica y los entornos de trabajo difíciles.

En un trabajo en el que participaron, además del Reino Unido, España y Croacia, la investigación combinó información de más de 200 documentos de investigación sobre la salud de las personas y el medio ambiente en diferentes océanos.

Josep Lloret, de la Universidad de Girona, dijo, citado en la investigación, que ahora es necesaria una legislación global para minimizar los daños, tanto a los océanos como a la salud de las personas.

"El turismo de cruceros era una industria turística en rápida expansión antes de Covid-19, y nuestra investigación muestra que tiene grandes impactos en el medio ambiente y en la salud y el bienestar humanos. La imagen real de estos impactos. Sin unas normas nuevas y rigurosamente aplicadas a nivel nacional e internacional, es probable que el sector de los cruceros siga planteando estos graves riesgos para la salud y el medio ambiente", afirmó Lora Fleming, de la Universidad de Exeter.

Los investigadores afirman que un gran crucero puede tener una huella de carbono superior a la de 12.000 coches, y que los pasajeros de un crucero por la Antártida pueden producir tantas emisiones de dióxido de carbono (CO2) como la media europea en todo un año. En el Mediterráneo, dicen, las emisiones de CO2 de los cruceros y los transbordadores se estiman en hasta un 10% de todas las emisiones de los barcos.

El documento publicado hoy también incluye una investigación sobre los residuos sólidos, que también tienen un impacto en la salud y el medio ambiente.

Un crucero con 2.700 pasajeros puede producir una tonelada de residuos al día.

"Aunque los cruceros representan sólo un pequeño porcentaje del sector marítimo mundial, se calcula que alrededor del 24% de todos los residuos producidos por el transporte marítimo proceden de este sector", afirman los autores de la investigación.