"Este presupuesto es insuficiente para las necesidades que tenemos, entre otras cosas porque el presupuesto para Sanidad es de 13.570 millones de euros, pero de esta cantidad, lo que es para el SNS son unos 11.000 millones de euros. Es decir, hay alrededor de mil millones de euros menos de lo que la propia Convención Nacional de Salud calculó como una cantidad adecuada para empezar a recuperar en el SNS y que es fundamental para los portugueses", dijo a Lusa.

En una primera reacción al documento presentado el lunes por la noche por el Gobierno, Miguel Guimarães centró, sobre todo, sus críticas en lo que argumentó como la falta de creación de condiciones más atractivas para atraer a los profesionales al SNS y la aplicación de una política de incentivos.

"No puedo dejar de lamentar que no se hable de lo que es la carrera de medicina. Era el momento, como ocurrió en varios países europeos, de valorar el conocimiento y la competencia de los médicos", señaló, reiterando: "Si quiero contratar más médicos, no basta con abrir concursos, es necesario crear condiciones para que los médicos cubran las vacantes".

Destacando que Portugal tiene un número de médicos por habitante superior a la media europea, el presidente de los médicos lamentó que el presupuesto de 2022 tenga "una política para que los médicos trabajen cada vez más horas extras", aludiendo a remuneraciones más altas en un 25% para los que hagan entre 250 y 500 horas extras al año y en un 50% para más de 500 horas extras al año.

"El SNS tiene que mejorarse, tiene que adaptarse a las nuevas necesidades y tiene que tener una capacidad competitiva -ya sea con el sector privado o con otros países- que sea realmente eficaz, porque si no siempre perderemos a nuestros médicos", ha advertido , al tiempo que ha subrayado que el proyecto presupuestario del Ejecutivo "está promoviendo que la gente ni siquiera descanse y que su estado natural sea trabajar constantemente".

Y continuó: "No percibo ninguna medida de valoración del trabajo de las personas, de valoración de la carrera profesional, en esencia, de creación de incentivos incluso específicos para resolver problemas en las áreas más necesitadas".

Paralelamente, el dirigente del OM admitió no darse cuenta de que la autonomía de los hospitales para la contratación no se aplica a los médicos y consideró que "esto no es dar autonomía a los hospitales". Además, defendió que la autonomía esté "debidamente enmarcada en los presupuestos reales", denunciando la infrapresupuestación de la mayoría de las unidades hospitalarias.

En cuanto a la anunciada intención de los presupuestos de dar pasos hacia la "dedicación plena" de los profesionales al SNS, Miguel Guimarães se mostró sorprendido por la formulación del Gobierno al respecto, subrayando que lo que está previsto como régimen laboral dentro del SNS es el régimen de dedicación exclusiva opcional.

"La dedicación completa no sé qué es. También tenemos más de 5.000 médicos con dedicación, existe y se puede trabajar de forma opcional. La dedicación plena es un término completamente nuevo y no sé exactamente lo que significa, ni las contrapartidas que tienen los médicos con dedicación exclusiva. Hay que entender qué significa y cuáles son los incrementos que tiene o no tiene esa dedicación plena", sentenció.

El lunes por la noche, el Gobierno entregó a la Asamblea de la República el proyecto de Presupuestos del Estado para 2022 (OE22), que prevé que la economía portuguesa crezca un 4,8% en 2021 y un 5,5% en 2022.

En el documento, el Ejecutivo estima que el déficit de las cuentas públicas nacionales debe ser del 4,3% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2021 y bajar al 3,2% en 2022, previendo también que la tasa de paro portuguesa baje al 6,5% el próximo año, "alcanzando el valor más bajo desde 2003".

Se prevé que la deuda pública alcance el 122,8% del PIB en 2022, frente a una estimación del 126,9% para este año.

El primer proceso de debate parlamentario del OE2022 tendrá lugar entre el 22 y el 27 de octubre, día en el que se realizará la votación general. La votación global final está prevista para el 25 de noviembre, en el Parlamento portugués de Lisboa.