La intervención estará acompañada por el artista que diseñó los azulejos en 1968, João Charters de Almeida, que visitó las obras, en curso desde julio y cuya finalización está prevista para febrero de 2022.

"Estoy en el cielo. Si hay un cielo, estoy allí", dijo, actualmente de 86 años y visiblemente orgulloso de ver su obra recalificada con respeto al diseño original.

Se trata de 10 paneles, cuatro de ellos en la torre de la sede de la fundación y seis en la planta baja, que hacen un total de unos 54.000 azulejos, pintados durante 53 años.

Más de medio siglo después, y ante el deterioro de los paneles, la Fundación Cupertino de Miranda ha decidido, con el apoyo del Ayuntamiento de Vila Nova de Famalicão, proceder a la restauración completa de los azulejos, trabajo que ha sido encomendado a la empresa Signinum, especializada en restauración de patrimonio.

La obra cuenta también con el apoyo científico del Instituto Politécnico de Tomar/Universidad de Aveiro, a través del profesor Ricardo Triães.

"Creemos que es el momento más oportuno para esta restauración, teniendo en cuenta la profunda renovación de la plaza del centro histórico de la ciudad, que pretende hacer de Vila Nova de Famalicão una ciudad más moderna, funcional y con una nueva oferta para sus ciudadanos y visitantes", dice la fundación, en un comunicado.