Squid Game es una serie surcoreana estrenada por Netflix en septiembre de 2021 que ya es un éxito mundial, que sigue a un grupo de personas que intentan ganar un premio monetario participando en juegos que resultan ser mortales.

Según la plataforma de streaming, la serie en Portugal está aconsejada para mayores de 16 años, debido al contenido violento que presenta. Sin embargo, los profesores y los agentes de seguridad como la GNR están preocupados porque los niños recreen los desafíos en los parques infantiles, por ejemplo.

Los personajes violentos presentes en los nueve episodios de la serie llevan a psiquiatras infantiles como Ana Vasconcelos a defender la retirada de la serie del catálogo de Netflix, mientras exista la pandemia de Covid-19. En la serie, los juegos infantiles y tradicionales se transforman con un giro, convirtiéndolos en mortales. Los personajes juegan con la cara cubierta por un símbolo geométrico: cuadrado, triángulo o círculo. En una entrevista con Semanário Novo, Ana Vasconcelos señala que los rostros cubiertos, en el contexto de la serie, quitan la empatía con los personajes.

La profesional también afirma que el carácter adictivo crea una idea de posesión por la lucha de los personajes por sobrevivir como adultos, lo que dificulta la explicación pedagógica del contenido de la serie a los más jóvenes.

La soledad y la falta de contacto físico provocadas por la pandemia llevaron a algunas personas a demostrar instintos asesinos y, por ello, Ana Vasconcelos aconseja la retirada de la serie del catálogo de Netflix hasta que el escenario de la pandemia, en el que vivimos, termine.

Otras películas y series también pueden provocar adicción e intentar replicar el comportamiento de los personajes, como señala Pedro Hubert, psicólogo especializado en adicciones a Semanário Novo. Sagas de películas como Los Juegos del Hambre, o la serie española La Casa de Papel, sólo, según el psicólogo, despertarán comportamientos violentos en quienes estén predispuestos a la violencia. Es aconsejable que estos contenidos, si son vistos por los jóvenes, estén acompañados por sus padres. Pedro Hubert afirma que la falta de control de los padres sobre lo que ven sus hijos en sus teléfonos o en el ordenador puede causar problemas psicológicos, como la adicción a la pornografía a una edad muy temprana, distorsionando la idea de la sexualidad en el futuro.

Pedro Hubert afirma que el debate público sobre la violencia y el contenido sexual debería ser accesible a cualquier persona con bastante facilidad, en series como Juego de Calamares o incluso Juego de Tronos.

Según Correio da Manhã, países como Brasil, Bélgica y Reino Unido prohibieron la venta de máscaras relacionadas con la serie para la temporada de Halloween. En España, una funeraria creó ataúdes inspirados en la serie.