En ediciones anteriores,The Portugal News publicó un artículo en el que se hacía referencia al trabajo y la importancia de la Casa do Artista, utilizando la voz de una de las residentes, Helena Vieira, que pidió ayuda a la asociación para garantizar mejores condiciones de vida durante su jubilación.

En aquel momento, debido a su agenda, José Raposo, director de la Casa do Artista, no pudo ser entrevistado. Sin embargo, la entrevista se ha realizado ahora y uno de los actores más reconocidos de Portugal ha explicado no sólo la importancia de Casa do Artista, sino que ha detallado el estado del sector cultural en Portugal.

Además de ser el director de la Casa do Artista, José Raposo es uno de los actores más queridos de Portugal, con experiencia no sólo en el teatro y el cine, sino también en las telenovelas portuguesas e incluso dando voz a algunos de los personajes de dibujos animados más famosos, como Pumba en la versión portuguesa del clásico de Disney "El Rey León".

En la Casa do Artista viven las personas que inspiraron a José Raposo y que le enseñaron a crecer como actor. En la Residencia de Mayores, hay "profesionales que el público reconoce, pero también hay personas que han trabajado entre bastidores durante toda la vida" y que ayudaron a hacer realidad los espectáculos, ya que tienen un papel esencial cuando se trata de artes escénicas.

Según José Raposo, "los trabajadores del área de la cultura en Portugal" están en su mayoría "mal pagados", lo que hace que a cierta edad, por ejemplo, los actores ya no tengan trabajo, lo que se traduce en dificultades económicas. Por ello, varios artistas buscan los servicios de la Casa do Artista "para poder vivir en un lugar donde se sientan acompañados", donde puedan disfrutar de asistencia sanitaria, pero sobre todo buscan un lugar donde puedan vivir "con dignidad, en un lugar que se guíe por los afectos y la celebración de la vida."

El actor describe el trabajo de la Casa do Artista como "una labor muy importante de apoyo social a los profesionales del arte". Además de hacer frente a la precariedad que vive el sector, provocada por los bajos ingresos de los profesionales, la asociación también tiene la "responsabilidad de preservar la memoria" del patrimonio cultural de quienes residen en la Casa do Artista, así como en lo que respecta a "la formación y el fomento de la actividad artística", por lo que el Teatro Armando Cortez, el Centro de Formação y la Galería Raul Solnado acaban siendo estructuras muy importantes para la cultura en Portugal. José Raposo añade que le gustaría que la Casa do Artista fuera considerada "como un centro cultural que conecte a generaciones de artistas".

La Casa do Artista funciona como un IPSS, y como tal recibe "apoyo de la seguridad social", según reveló José Raposo aThe Portugal News. Pero también tiene un protocolo con el Ayuntamiento de Lisboa y, más recientemente, en julio, se firmó un protocolo directamente con el Ministerio de Cultura. Existen protocolos con otras asociaciones como la Santa Casa da Misericórdia, Cruz Vermelha, la Fundación Amália Rodrigues y con Prooptica. José Raposo afirma también que la Casa do Artista viene trabajando "tanto con entidades públicas como privadas" para garantizar la sostenibilidad financiera de la institución. Además del apoyo de las entidades antes mencionadas, Casa do Artista también cuenta con el valor de las cuotas pagadas por sus socios, que según José Raposo son "una importante fuente de ingresos".

Al igual que Helena Vieira, José Raposo también cree que "un país sin cultura no existe", y afirma que la cultura es esencial, pero que en Portugal "aún queda mucho camino por recorrer", para dar al sector el merecido reconocimiento. José Raposo promete que seguirá "trabajando para el público", sin dejar de comprometerse con el "proyecto de amor que representa la Casa do Artista".