En una sentencia fechada el 10 de noviembre, a la que tuvo acceso Lusa, el tribunal subraya que el acusado, de 56 años, sabía que al abandonar a la víctima en ese lugar podía causarle la muerte, por deshidratación, hambre, hipotermia o incluso por el ataque de un animal salvaje.

El tribunal escuchó cómo la víctima no murió "por circunstancias ajenas al acusado", ya que la víctima consiguió liberarse de la mordaza, la venda y las esposas y encontrar ayuda.

El acusado ha sido condenado por homicidio agravado en grado de tentativa y por secuestro agravado, ya que cambió la ruta de un viaje que iba a realizar con la víctima a Gerês, que inicialmente estaba previsto para Sevilla, España.

Según el tribunal, la víctima, de 29 años en ese momento, sufría trastornos psiquiátricos, y el acusado elaboró un plan para "aprovecharse" de esta discapacidad.

Electricista de profesión, el acusado se habría presentado como "terapeuta" y se habría puesto a disposición de la víctima para ayudarla a superar los "problemas de pareja" que tenía con su novio.

El "tratamiento" incluía un viaje con la pareja a Sevilla, pero el novio acabó no participando, por lo que sólo el acusado y la víctima se pusieron en camino.

El acusado optó entonces por alojarse en Vilar da Veiga, Terras de Bouro, en el distrito de Braga, donde mantuvo relaciones sexuales con la víctima.

El Ministerio Público le acusó también de abuso sexual a persona incapaz de resistirse, pero el tribunal le absolvió de este delito, ya que no se probó que la víctima fuera incapaz de expresar conscientemente el consentimiento o la disidencia necesarios.

El 15 de febrero, el acusado, siempre con el pretexto de un "tratamiento", llevó a la víctima a una colina en Gerês, la esposó, le vendó los ojos, la amordazó y la ató a un árbol, abandonándola en el lugar.

Después de muchas horas, la víctima consiguió liberarse y pedir ayuda, siendo encontrada por la GNR alrededor de las 22:30 horas.

El acusado tiene antecedentes por hurtos, robos, delitos contra la integridad física, estafas y conducción sin permiso legal, delitos cometidos en Alemania.

En este caso, juzgado ahora en Braga, también fue condenado a pagar una indemnización de 10.000 euros a la víctima.