Para el presidente del Consejo Regional de América Central y del Sur, António Graça, se trata de un problema "muy grave", que debe resolverse lo antes posible, pues de lo contrario el eventual paro causará graves perjuicios a los usuarios.

"Según las informaciones que he tenido, están pagando una media de unos 400 euros a los funcionarios consulares, una cantidad muy inferior a lo que gana un empleado del Ministerio de Asuntos Exteriores (MAE) o los funcionarios en Portugal. Cuatrocientos euros no es nada", dijo el asesor del órgano consultivo del Gobierno para las políticas relacionadas con las comunidades portuguesas en el extranjero.

Lo que está en cuestión es una decisión del ejecutivo portugués, tomada en 2013, que, en plena crisis económica en Portugal, determinó que los sueldos de los funcionarios se pagaran en reales (moneda corriente brasileña), a un tipo de cambio ficticio de 2,63.

Sin embargo, actualmente, el euro se cotiza a 6,30 reales, habiendo alcanzado ya los 6,60 reales este mes.

"La inflación comenzó en Brasil y la moneda empezó a devaluarse, y nunca hubo un ajuste en relación con estos salarios, que empezaron a retrasarse debido al tipo de cambio. ¿Cómo puede un empleado consular querer trabajar y atender al público? No pueden, la gente está trabajando sin ningún entusiasmo", subrayó.

Según António Graça, en 2020, en una reunión del Consejo Regional, ya se había tratado este asunto y se pusieron en contacto con el MNE. "Nos dijeron que iban a llegar a un acuerdo, pero ese acuerdo nunca se produjo", afirma.

En una carta enviada por António Graça a Lusa, los funcionarios consulares se dirigen al Sindicato de Trabajadores Consulares, Misiones Diplomáticas y Servicios Centrales (STCDE) del MNE para advertir que han llegado "a su límite" y que se encaminarán hacia una huelga general, con fecha aún por fijar.