Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), que registró 84.426 nacidos vivos en 2020, un 2,5% menos que en 2019, la población portuguesa acabó aumentando ligeramente (0,02%), como consecuencia de un saldo migratorio positivo.

La edad media de las madres que dieron a luz fue de 31,6 años (31,4 en 2019). La edad media para el nacimiento del primer hijo aumentó de 29,9 años a 30,2 años.

En total, el año pasado murieron 123.358 personas (un 10,3% más que en 2019). Entre las defunciones, hubo 205 niños (41 menos). "La tasa de mortalidad infantil descendió a 2,4 defunciones por cada mil nacidos vivos (2,8 por ciento en 2019)", señala el INE.

En 2020 se celebraron 18.902 matrimonios, lo que supone un descenso del 43,2 por ciento respecto al año anterior, mientras que se decretaron 17.295 divorcios, un 15,3 por ciento menos que en 2019 (20.421).

Migración positiva

Los datos recopilados por el INE también revelan que, por cuarto año consecutivo, el número de inmigrantes permanentes (67.160) superó al de emigrantes permanentes (25.886), lo que corresponde a un saldo migratorio positivo de 41.274.

Debido al saldo migratorio positivo, "que consiguió compensar el saldo natural negativo", la población residente en Portugal aumentó en 2020, registrando una tasa de crecimiento efectivo del 0,02%.

En 2020, 59.817 extranjeros adquirieron la nacionalidad portuguesa, "un número que casi se duplicó respecto a 2019 (30.469)", destacó el INE.

Así, la población residente en Portugal aumentó por segundo año consecutivo. En 2019, la tasa de crecimiento efectivo había sido del 0,19%.

"El aumento de población registrado en 2020 (+2.343 personas que en 2019) resultó del saldo migratorio positivo de 41.274, aunque inferior al de 2019 (44.506), habiendo compensado el saldo natural negativo de -38.931 (-25.214 en 2019)", concluyó el Instituto.