Los que vieron sus planes detenidos por el cierre y otras medidas reaccionaron con resiliencia y sustituyeron la falta de oportunidades que trajo la pandemia por ideas de negocio. En este contexto, una joven de 20 años, Ana Ribeiro, creó su marca de bolsas ecológicas.

Ana Ribeiro es una joven de Paços de Ferreira, en el distrito de Oporto, en Portugal, y regenta una tienda online de bolsos. Después de terminar la escuela secundaria, durante la pandemia, dijo a The Portugal News, que "encontrar un trabajo se estaba volviendo bastante difícil". Ante este panorama, Ana decidió crear su propio empleo vendiendo un producto útil para la gente, pero que pudiera combinar con su "gusto por las artes y la protección del medio ambiente".

La dificultad para encontrar un trabajo y la ambición de apuntarse a un curso de tatuaje con un coste elevado llevaron a Ana Ribeiro a encontrar una actividad rentable a su gusto, que le ayudara a perseguir sus objetivos. Hoy en día, Ana ha conseguido completar el curso de tatuaje que quería, con la ayuda de su negocio.

Establecimiento de la tienda

El 16 de agosto de 2020, Ana Ribeiro creó la página de Instagram que se convertiría en su portal de ventas, llamada @meraki.naturalbrand. Se dedica a la venta de bolsas ecológicas, o tote bags. Las bolsas se pintan a mano con un rotulador de tela o pintura textil y Ana Ribeiro personaliza las bolsas según lo que su cliente le pida.

Las bolsas de plástico están cada vez más en desuso y en Portugal se han tomado incluso medidas para contener el coste de las bolsas de plástico, como la obligación de pagar 10 céntimos por cada bolsa comprada en cualquier tienda del país. Las bolsas ecológicas son bolsas de tela resistentes que se pueden utilizar en el día a día o al hacer la compra, reduciendo así el uso de plástico por parte de la población. Ana Ribeiro, a través de Meraki, también pretende alertar a la gente sobre esta causa. Según declaró a The Portugal News, quiere "alertar a la gente sobre el uso de materiales sostenibles y reciclables", ayudando a contribuir a la preservación del medio ambiente. A través de su marca, Ana cree que ayuda a las personas a transmitir un mensaje personal, ya que todas las bolsas "son totalmente personalizables al gusto de cada cliente".

En la actualidad, recibe una media de 17 pedidos al mes y admite que nunca pensó que el "negocio fuera a crecer tanto".

El poder de las redes sociales

Instagram tiene una facilidad para compartir contenidos que ayuda a impulsar un negocio de una manera que otras plataformas no pueden replicar. Las publicaciones o incluso una simple historia pueden despertar la curiosidad de los seguidores de un determinado perfil. Ana Ribeiro dice que la red social fue el principal "potenciador" de su éxito. A través de las comparticiones en las que se identificaba el perfil de la marca, los productos llegaban cada vez a más personas. Actualmente, admite que "no ha habido un día de la semana desde agosto de 2020 que no haya estado pintando bolsos". También añade que puede estar relacionado con la concienciación de la gente sobre el uso de productos sostenibles, lo que ayudó al crecimiento de su negocio.

Durante la pandemia, las redes sociales fueron las principales aliadas del pequeño comercio. Las tiendas de ropa y joyería transmitieron en directo para poder vender sus productos. Muchos jóvenes utilizan las redes sociales, como Instagram, para poner en marcha su negocio y ayudar a superar los problemas económicos que atraviesan, a la vez que realizan una actividad que les gusta.