Fue en los años 80 cuando surgió la idea de crear un parque tecnológico como el Parque del Tajo, con la intención de acercar a Portugal al nivel tecnológico de otros países europeos, como Francia y Alemania. La ciudad de Oeiras fue elegida por tener un plan de desarrollo con una visión futurista que no existía en ninguna otra parte del país. El espacio se denomina Ciudad del Conocimiento desde 2019, como "resultado de la percepción de que hay que designar aún más la marca y reflejar los valores actuales de la modernidad".

En opinión de Eduardo Correia, conocimiento es la palabra que mejor define a TagusPark, ya que "el conocimiento se transmite en el Instituto Superior Técnico y el conocimiento se crea en los centros de investigación y en los experimentos que algunas de las start-ups realizan en la Incubadora."

Calidad de vida

Según Eduardo Correia, las empresas descubrieron en TagusPark las condiciones necesarias para desarrollar sus actividades. Estas condiciones que el director general llama "apoyo a la calidad de vida, el bienestar y la felicidad en el trabajo". El ADN del espacio tiene una singularidad que proviene de la combinación de la "escuela internacional con los centros de investigación y el know-how que aportan los diferentes clientes y proveedores". Eduardo Correia cree que la moderna arquitectura presente en el espacio ayuda a que las personas se sientan bien en su lugar de trabajo, además de tener un concepto de ruta cívica que llama a las personas a los buenos hábitos que serán beneficiosos para el medio ambiente.

TagusPark pretende ahorrar agua y energía, así como evitar las colillas en el suelo y los coches mal aparcados. Para producir energía de forma más sostenible, se han instalado unos 1.600 paneles fotovoltaicos que contribuyen a cerca del "25 por ciento del consumo total de energía" del parque, pero se espera poder utilizar sólo energía solar en las zonas aproximadas del parque. En TagusPark, los residuos, como las colillas de cigarrillos, también se utilizan para fabricar ladrillos para la construcción civil, de la mano de una empresa emergente. Para ofrecer "dignidad laboral", los responsables del parque aumentaron los salarios de los empleados residentes, concretamente en el área de limpieza, seguridad y jardinería. Según Eduardo Correia, "todos ganaban el salario mínimo y, a través de un premio concedido por TagusPark, pasaron a recibir entre 900 y 1.200 euros al mes".

Puesta en marcha

TagusPark consigue ser una vía de lanzamiento de start-ups que necesitan el parque como condiciones que les obliguen a lanzar su idea. La infraestructura cuenta con un conjunto de intangibles que "pretenden apoyar el desarrollo de nuevos proyectos, de nuevas empresas, vinculadas a las ciencias de la vida, a las nuevas tecnologías, a la sostenibilidad medioambiental, a la economía oceanográfica, a la aeroespacial" y una financiación que permite "a los emprendedores que puedan tener alguna vía de sostenibilidad mayor y que puedan tener mucho éxito" La marca Talk Desk, que se renovó a nivel internacional iniciada en la Incubadora del TagusPark, es un ejemplo de éxito.

La Ciudad del Conocimiento es una ciudad en desarrollo que ofrece servicios a toda la población, no restringidos a la comunidad que trabaja en TagusPark. Eduardo Correia revela que hay servicios para una población que atiende a toda la población, como "el mercado tradicional de todos los martes". Sin embargo, los que llegan al parque pueden seguir estudiando un museo de arte urbano y rutas de senderismo. El director general de TagusPark afirma que la Ciudad del Conocimiento es "una ciudad abierta", donde la gente puede disfrutar de servicios de peluquería y farmacia, por ejemplo. En el futuro, Eduardo Correia espera abrir un supermercado "basado en procesos de alta tecnología".

A pesar de todas las condiciones de TagusPark, muy buscadas por quienes quieren ver crecer su empresa, Eduardo Correia admite que Portugal, a pesar de tener "mano de obra cualificada, una relación privilegiada con los lusófonos", presenta problemas fiscales que hacen burocrático el proceso de implantación de los negocios. El director general de TagusPark afirma que, a pesar de varios aspectos positivos, los proyectos "se ven frenados e impedidos por cuestiones que el poder político debe resolver".