En declaraciones a la agencia Lusa, en relación con la identificación de una nueva variante del coronavirus causante del Covid-19 (B.1.1.529), Francisco George se mostró muy preocupado y lamentó que las vacunas no hayan llegado a toda la población mundial.

"Estaba preocupado, realmente preocupado. Es una noticia que, por supuesto, nadie quería saber, pero esta evolución fue aceptada por todo el mundo", dijo Francisco George.

Para el especialista en salud pública, el hecho de que esta nueva variante se haya detectado en el sur de África, habiendo sido identificada inicialmente en Sudáfrica, el país más afectado por el Covid-19 en el continente, se debe a las condiciones que reúne: grandes concentraciones de población y, sobre todo, una alta proporción de personas con respuestas inmunitarias comprometidas, esenciales para frenar la enfermedad.

Esta respuesta inmunitaria insuficiente puede ser consecuencia de una enfermedad crónica, de tratamientos que inhiben el sistema inmunitario, pero también de enfermedades como el VIH, con una alta incidencia en la región, la tuberculosis y el cáncer, entre otras.

"La respuesta de los anticuerpos de defensa del organismo se ve comprometida debido a estas enfermedades, lo que da más libertad a la partícula viral para sufrir cambios en su composición", indicó.

La nueva variante es el resultado de varias mutaciones en la proteína de la espiga, que es la responsable de que el virus entre en las células del organismo.

"Este es un proceso que puede explicar la situación que ha surgido ahora" en Sudáfrica, dijo Francisco George, señalando el perfil demográfico de continentes como África, donde "la pobreza y las desigualdades son flagrantes".

Pero el ex director general de Sanidad considera que, en la aparición de esta nueva variante en el sur de África, hay un fenómeno que se "manifiesta en el egoísmo de los países industrializados del mundo".

Estos países más ricos e industrializados han resuelto los problemas relacionados con los flujos financieros, pero no los de la salud mundial, lamenta.

Francisco George critica "la falta de solidaridad de los países ricos industrializados con los países inmersos en crisis de gran pobreza y dificultades, como ocurre en estos países que ahora están más afectados".

"No se ha cuidado la inversión en salud global, a pesar de los llamamientos de la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha insistido en la necesidad de ayudar a los países que no tienen dinero para comprar vacunas", ha lamentado.

Lo que está ocurriendo ahora, explicó, "es una consecuencia que podría haberse evitado si, en un principio, se hubiera tenido en cuenta la preocupación por la distribución de los medios".

Para Francisco George, aún queda mucho por saber sobre la variante B.1.1.529, por lo que es fundamental la preparación a tiempo del sistema de vigilancia basado en el laboratorio, que tiene que estar "muy afinado".