La recomendación, que traduce el texto final sobre los proyectos de resolución presentados por el Bloque de Izquierda, el PSD y el PCP, subraya que se trata del cumplimiento del compromiso asumido en 2007 por el Ministerio de Sanidad.

Ese año, una orden firmada por el entonces ministro de Sanidad, Correia de Campos, determinó la creación de un Grupo de Trabajo con la responsabilidad de identificar las características y necesidades de atención sanitaria de la población en el área de influencia del Hospital de Barcelos.

También determinó que el Grupo de Trabajo tendría que presentar una propuesta antes del 31 de marzo de 2008 y que, tras la aprobación de esta propuesta, se iniciaría la elaboración del programa funcional de la futura unidad hospitalaria de Barcelos.

Un programa funcional que debería estar concluido antes del 30 de septiembre de 2008.

En la recomendación aprobada, también se pide que, sin perjuicio de la financiación a través de los Presupuestos Generales del Estado, el Gobierno encuentre soluciones de financiación con fondos comunitarios.

La recomendación también pide al Gobierno que garantice que la construcción y gestión del nuevo Hospital de Barcelos será pública y no una asociación público-privada (APP).

El Hospital de Barcelos, que funciona en un edificio propiedad de la Santa Casa da Misericórdia, atiende a 154.000 habitantes del municipio y de Esposende.

En 2007, el Gobierno y la Cámara de Barcelos firmaron un protocolo para la construcción del nuevo hospital en esa ciudad.

Según el protocolo, la cámara se encargaría de adquirir los terrenos necesarios para ello.

A continuación, el proyecto del hospital sería presentado públicamente por el entonces Secretario de Estado de Sanidad, Manuel Pizarro.

Sin embargo, el proceso nunca llegó a buen puerto.

En julio de 2018, en la Asamblea de la República, se aprobaron cuatro propuestas de resolución de todos los grupos parlamentarios que reclamaban la construcción de un nuevo hospital público en Barcelos.

Los documentos denuncian "una estructura física obsoleta, funcionalmente desequilibrada y desarticulada", que "dista mucho de tener las condiciones adecuadas para prestar una asistencia sanitaria acorde con los mejores estándares de calidad y seguridad del Servicio Nacional de Salud".