"Confío en que cualquier gobierno verá cómo este plan [de reestructuración] está bien organizado y bien estructurado y que es un plan que conseguirá aportar valor, no sólo a la compañía, sino también al país", defendió Ourmières-Widener, en una entrevista con la agencia Lusa.

Esta postura fue transmitida por el funcionario, tras ser cuestionado sobre los posibles temores de que el nuevo gobierno que salga de las elecciones legislativas del 30 de enero pueda volver a proceder a la privatización de la aerolínea, que volvió a manos del Estado en 2020.

"La decisión de privatizar corresponde a los accionistas, como equipo ejecutivo nuestra misión es ejecutar el plan [de reestructuración]", añadió el funcionario. Para la consejera delegada, tras demostrar que TAP puede ser financieramente sostenible, la "forma de recapitalización o cómo se hace una nueva inyección" es una decisión que, subrayó, corresponde a los accionistas.

El Grupo TAP ha decidido cerrar las operaciones de Mantenimiento e Ingeniería de Brasil (TAP ME), como parte del plan de reestructuración aprobado por Bruselas en diciembre, dijo a Lusa la presidenta ejecutiva de la aerolínea, Christine Ourmières-Widener.