"Hoy, en Portugal, estamos batiendo un récord histórico", dijo el especialista en demografía, refiriéndose a los registros de datos obtenidos desde 1911.

"Nunca habíamos tenido un número tan bajo de nacimientos en Portugal", subrayó.

La "prueba del talón" que cubre casi todos los nacimientos en Portugal rastreó menos de 80.000 bebés en 2021, por primera vez en el país, según datos del Instituto Nacional de Salud Ricardo Jorge (INSA).

"Esto tiene que ver con el año en que los bebés fueron concebidos", dijo Maria João Valente Rosa, asociando la caída de los nacimientos con la pandemia de Covid-19.

"Eran niños concebidos en plena pandemia", dijo la profesora de la Universidade Nova de Lisboa.

La incertidumbre asociada a la crisis provocada por la pandemia, en términos de trabajo, pero también de salud, el miedo a contraer el Covid, a no tener una atención médica adecuada, los problemas en las visitas a los hospitales y en el seguimiento de los partos, pesaron mucho en la decisión de tener un hijo, según el demógrafo.

"Tenemos que entender estos datos a la luz de la pandemia. Los nacimientos ya estaban bajando mucho, pero nunca habíamos tenido valores tan bajos", dijo.

Según la experta, muchos padres habrán pospuesto la decisión de tener un hijo. Como la edad media de la maternidad es ya muy elevada (más de 30 años) y la edad fértil de la mujer se sitúa entre los 15 y los 50 años, en términos estadísticos, el retraso de los nacimientos puede dar lugar a "partos perdidos".

"Este periodo ha estado marcado por situaciones muy difíciles. Portugal nunca había registrado valores tan bajos en su historia", subrayó Maria João Valente Rosa.

El año pasado, 79.217 recién nacidos fueron estudiados en el marco del Programa Nacional de Cribado Neonatal (PNRN), 6.239 menos que en 2020 (85.456).

Según la experta, la caída del número de nacimientos asociada al aumento del número de muertes hará que Portugal cierre el año con un balance natural de población "extremadamente negativo".