Una nueva investigación de la organización benéfica de salud mental juvenil stem4 ha descubierto que el 86% de los padres dicen que el efecto de los cierres, las presiones de la educación en casa, el miedo a enfermar y la pandemia del trabajo y las dificultades financieras les han hecho sentirse abrumados, incapaces de hacer frente a la situación y con falta de equilibrio en su vida.

"La mayor razón por la que los padres no buscan ayuda es porque sienten que están haciendo un escándalo", dice la Dra. Nihara Krause, psicóloga clínica y fundadora de stem4.

"También está el sentimiento de culpa de los padres por no tenerlo todo controlado. Pero si uno de los padres tiene problemas de salud mental, eso repercute en los niños, que lo perciben. Necesitan a los padres como modelos para mostrarles cómo lo están arreglando". Aparte de que un problema compartido es un problema reducido a la mitad, hoy en día hay tantos buenos tratamientos de salud mental que sería triste no acceder a ellos. En definitiva, no dejes que el estigma te frene".

La investigación de stem4 descubrió que cuatro de cada diez padres admiten que tienen problemas de salud mental, y algunos dicen que sufren estrés, ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático, agotamiento, etc.

Sin embargo, el 44% de los que tienen problemas no han pedido ayuda, ya sea porque no quieren hacer un escándalo (46%), porque se sienten avergonzados (30%), porque no quieren molestar a su familia (22%) o porque su familia piensa mal de ellos (23%). Y del 56% que ha pedido ayuda, sólo la mitad recibe tratamiento.

Así que, ¿cómo puede saber si su angustia mental no es sólo una parte normal de la crianza de los hijos, y puede necesitar algo de ayuda? "Si está provocando un gran cambio, es decir, si es algo nuevo, que dura mucho tiempo, y si está teniendo un impacto negativo en usted", explica Krause.

Estos son algunos de los síntomas a los que debes prestar atención...

1. Problemas de sueño

"Si tienes un nuevo problema de sueño -puede que te levantes a primera hora de la mañana- y lleva un par de semanas y te impide sentirte positivo, entonces podría valer la pena pensar si está surgiendo algo que podría impactar en tu salud mental", dice Krause.

2. Síntomas de agotamiento

Pueden producirse como resultado de hacer malabarismos con varios roles, incluido el de padre, explica Krause. Los síntomas incluyen sentirse agotado, irritable y abrumado, o notar una reducción de la productividad y una incapacidad para cumplir con las exigencias del trabajo y la vida diaria.

3. Cambios en la alimentación

Puede haber cambios en sus patrones de alimentación, como atracones o restricción de alimentos.

4. Cambios en el estado de ánimo

Los padres pueden experimentar un estado de ánimo bajo, apatía o sentimientos negativos sobre el futuro. Aunque esto puede ser algo que todo el mundo experimenta en algún momento, si es duradero y afecta negativamente a su vida, puede ser el momento de buscar ayuda, sugiere Krause: "Cuando las cosas están desequilibradas, nuestra perspectiva también suele cambiar. Si tu perspectiva se ha vuelto excesivamente negativa o centrada en el 'peor escenario', reduce el pensamiento del peor caso a pensamientos que tengan menos consecuencias negativas", dice.

5. Enfado excesivo

Es normal enfadarse o frustrarse cuando se es padre, pero Krause dice que puede necesitar ayuda si constantemente le resulta difícil gestionar sus emociones y es consciente de que su ira es excesiva.

6. Aumento del consumo de alcohol o drogas

Si estás usando el alcohol o las drogas como una muleta para ayudarte a lidiar con el estrés de la paternidad, claramente eso no es útil ni para ti ni para tus hijos. Krause sugiere que cualquier aumento en los comportamientos de riesgo puede necesitar ser abordado.

7. Sentimientos suicidas y autolesiones

Este tipo de sentimientos siempre deben ser tratados, y Krause dice: "Habla con alguien cercano sobre cómo te sientes. Admitir que te sientes desequilibrado suele ser un alivio y puede ayudar a desafiar los sentimientos de fracaso".

Y añade: "Si nada de lo que intentas funciona, busca ayuda... Habla con tu médico de cabecera o con el [asesor] de salud laboral".